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Rossy de Palma y Diane Pernet, dos vampiras de moda

La popular actriz española y la célebre bloguera charlan sobre sus trayectorias

Diane Pernet (izquierda) y Rossy de Palma, durante su encuentro en París.
Diane Pernet (izquierda) y Rossy de Palma, durante su encuentro en París.EL PAÍS

Si hay dos rasgos que pueden compartir estas dos mujeres son la extravagancia y una cierta dosis de irreverencia. Rossy de Palma y Diane Pernet se dieron cita el pasado fin de semana en el Centro Pompidou de París el marco del Festival de Cine de Moda ASVOFF. La cita ha servido para poner en paralelo las carreras de estas dos mujeres y hacer un cruce de miradas sobre las impresiones y los desafíos que el universo de la moda y del cine encarnan en nuestros días.

Ambas respiraron a pleno pulmón la frescura y la efervescencia de los años 80, esa época marcada por lo que Santiago Auserón llamó en alguna ocasión “la lucha por la inocencia”. A los trece años Rossy vendía su propia ropa en el rastro de Mallorca y poco después comenzaba a vender sus diseños estilo años 50 a pequeñas tiendas de la ciudad. “Mi madre me decía que hacía pequeños balenciaga hechos a mano, Haute Couture de Palma”, comenta entre risas. En la época había que hacer verdaderas acrobacias para vestirse de manera original. “No teníamos Zara ni acceso a todas las publicaciones de moda y estilo que tenemos hoy en día, así que la opción era fabricarse el look una misma”.

Mientras tanto, en Nueva York, y después de distintas incursiones en el mundo de la fotografía y el cine, Diane Pernet decidió retomar lo que para muchos era su talento más evidente y terminó lanzando su propia colección. Aunque admite que aquello fue “un proceso orgánico y sin estructura”, su experiencia como creadora de moda duró algo más de una década y dibujó las líneas de su futura ocupación como reputada bloguera.

Las dos coinciden en que lo esencial de aquella época era el espíritu Let’s do it, aquel que reivindica la importancia de hacer las cosas sin pedir permiso a la conciencia y que pasa por encima de los fantasmas del dinero y de la fama. “Cualquiera podía hacer cualquier cosa, fue un momento de explosión en el que nadie tenía conciencia de nada puesto que no se trataba de hacerse rico sino de expresar nuestra pulsión creativa y nuestra libertad”, cuenta Rossy de Palma. Mientras, su amiga americana asiente con la cabeza y apunta que “lo importante es hacer lo que quieres sin pensar si va a funcionar o no”.

Ambas coinciden en que ese carácter despreocupado no es quizá el signo de unos tiempos marcados por el “afán de intoxicación del espíritu de la depresión”. “En España hay muchísimo talento aunque a veces nos sale moho esperando a que ocurran cosas”, señala la actriz mallorquina y añade que "quizás nos tendríamos que quitar un poco del cateterío que muchas veces impide que crezca la creatividad”.

Rossy y Diane se reconocen “hermanas artísticas”. La actriz habla de “esa cápsula tan especial que es la patria de lo artístico”. “Las dos somos auténticas devoradoras de imágenes”, dice De Palma.

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