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Tentaciones
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Rolf & Joachim Kühn Quartet, 'Lifeline'

"Disco de belleza esquiva que, posiblemente, puede calificarse como abstracta, además de intensa y, por momentos, arrebatadora"

En el verano de 1967, Joachim y Rolf Kühn eran poco más que unos recién llegados al mundo del jazz en general, y a los Estados Unidos en particular, más el primero que el segundo. Para el primero, su viaje a la meca del jazz a meses de su anterior viaje a través del Telón de Acero, significaba la oportunidad de reunirse con su ídolo, John Coltrane. El proyecto de grabar un disco conjunto se frustró con el inesperado fallecimiento del saxofonista. Por suerte, la compañía discográfica de éste decidió seguir adelante con los planes previstos y puso a disposición de los hermanos cuanto estaba en su mano: el mejor estudio de grabación, la mejor sección rítmica disponible…. el 20 de julio del mismo 1967, Rolf Kühn, clarinete, y Joachim Kühn, piano, junto con Jimmy Garrison, contrabajo; y Aldo Romano, batería, flanquearon la puerta de entrada de Capitol para grabar el disco que habría de cambiar su vida: Impressions of New York. Habían pasado sólo 3 días del fallecimiento de John Coltrane.

Género: jazz

Título: Lifeline

Sello: Impulse!, Universal

Año: 2012

Puntuación: 4

Cuarenta y cinco años más tarde, ahí estaban de vuelta. Mismos protagonistas, misma compañía discográfica y el acompañamiento, como entonces, a gusto del consumidor. En esta segunda ocasión, los Kühn optaron por 2 “jóvenes leones”: John Patitucci, contrabajo, y Brian Blade, batería, más conocidos por ser la sección rítmica habitual de Wayne Shorter.

Lifeline no es el tipo de discos que uno elige para escuchar después de un día de trabajo, con un vaso de “rocks” en la mano. La suya es una belleza esquiva que, posiblemente, puede calificarse como abstracta, además de intensa y, por momentos, arrebatadora. Música sin complejos y con denominación de origen, la de los propios hermanos Kühn (excepto Researching has no limits, de Ornette Coleman), salvaje y sofisticada, libre hasta donde una expresión artística puede serlo. No parece haber nada que quede fuera del alcance de quienes, en sus improvisaciones, exhiben un grado de complicidad cercano a la telepatía: Patitucci y Blade, por un lado, y Joachim y Rolf Kühn, por el otro (por más que uno siga teniendo sus reservas con el clarinete como instrumento apto para la práctica del jazz moderno). La música de Lifeline obtiene todo su vigor del encuentro, no exento de una cierta violencia, entre los unos y los otros. No hay palabras que alcancen a describirla.

Valoración: 0 ABERRANTE, el mundo sería mejor sin él; 1 PRESCINDIBLE, nadie se acordará de él; 2 PASABLE, para incondicionales; 3 ACONSEJABLE, en su estilo merece la pena; 4 INDISPENSABLE, un éxito asegurado; 5 OBRA MAESTRA, uno entre un millón.

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