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Y Bayona hizo posible ‘Lo imposible’

El director admite que hoy no habría podido poner en pie su filme, el más esperado del cine español La película, inspirada en el tsunami de 2004, se estrena el jueves

G. BELINCHÓN
Juan Antonio Bayona, retratado ayer en Madrid.
Juan Antonio Bayona, retratado ayer en Madrid. SAMUEL SÁNCHEZ

“Hoy no habría podido hacer esta película. Desde luego no con un presupuesto íntegramente español que me ha dado una absoluta libertad creativa”. Juan Antonio Bayona (Barcelona, 1975), Jota en el mundo del cine, estrena este jueves Lo imposible, las desventuras de una familia occidental —nunca se menciona su nacionalidad— en mitad del tsunami que arrasó Asia en las Navidades de 2004. Ha costado 30 millones de euros. “Es curioso. Nadie fuera de España me pregunta por su nacionalidad, aunque vengo de dos festivales, Toronto y Zúrich, donde me aplaudieron cuando les dije que era española”.

Puede que supieran cómo andaba el patio patrio. Pero, que no haya títulos de crédito —más allá de los nombres de las compañías productoras— al inicio de un filme español, aunque rodado en inglés con actores anglosajones, ¿no es un truco tipo Zara, que parece esconder la nacionalidad de sus tiendas allende España? “No, y porque por cuestiones legales hay que poner esos carteles de instituciones y productoras, que si no, tampoco saldrían. Quería que el espectador cayera en ese drama de sopetón, y que solo al final viéramos su título, Lo imposible,porque lo imposible será lo que ocurra después, cuando la familia vuelva a casa a vivir como si nada hubiera pasado”.

El final es de sobra conocido, porque la familia era española y sobrevivieron todos, los padres y los tres hijos, pero eso ni desmerece el filme ni hace que decaiga su viaje emocional, con el que Bayona golpea duro a los espectadores. Muy al estilo de Steven Spielberg. “A mí me interesa mucho la historia original, que habla de un tema que me atrae de forma instintiva: la maduración. Eso recuerda al mundo de Spielberg, a su leitmotiv principal. Además, cinematográficamente he aprendido mucho viendo sus películas”. Para confirmar esta inspiración, Bayona confiesa que cuando él llegó al proyecto de El orfanato, su primera película, el autor del libreto —ahora su guionista del alma— Sergio G. Sánchez lo vendía como “una versión oscura de Encuentros en la tercera fase”. Ha habido más roces con el mítico cineasta: “Sí, tengo un correo electrónico de la productora de Spielberg interesándose por la película porque había oído hablar de ella. Muy bonito”.

Me interesa el tema de la maduración, que recuerda al mundo de Spielberg”

Lo imposible arroja al espectador a una experiencia intensa. Tanto, que en su estreno de gala en San Sebastián se paró la proyección para que un médico atendiera a un espectador desmayado. “Ya ocurrió en Sitges con El orfanato. No le daría mayor importancia. Fue una entre 2.000 personas”. Sí le gusta incidir en su apuesta emocional por encima de la narrativa. “Es una familia occidental, como pueda ser la mía, a la que la realidad le da un bofetón, a la que el contacto con la muerte les hace madurar forzadamente y les da otra perspectiva de la vida. Me planteo cómo hacer vivir al público ese viaje, sin más explicaciones, porque los protagonistas tampoco tuvieron tiempo de hacerse preguntas del estilo por qué ellos se salvan y otros no, o por qué ha sucedido el desastre. Todo es vivencia extrema. Me decía Lucas [el hijo mayor], que cuando alguien lloraba era un privilegio, porque solía ser una buena noticia, un alivio —aunque ese alivio podía ser encontrar un cadáver—. Por eso la película empieza contenida y luego se desparrama. Ellos viven un privilegio, y el privilegio duele. No es una versión del cine hollywoodiense de catástrofes. Es la realidad. Mira, al final les sacan en avión privado, acompañados por un tipo con traje de la aseguradora que parece de otro planeta, que representa al mundo real al que tienen que volver. Fue un golpe tremendo para ellos”.

El primer guion estaba en español, “pero el 80% de los diálogos eran en inglés, porque fue el idioma en el que se comunicaban en Tailandia”. Para levantar la financiación, buscaron actores internacionales. “Ewan McGregor y Naomi Watts fueron las primeras opciones. Dijeron que sí. No debería parecernos extraño. ¿Quién se cuestiona el cine de Lars von Trier? Sin embargo él rueda en inglés con actores como Kirsten Dunst o Willem Dafoe. Pues como dice Ewan, Lo imposible es española, hay que sentir orgullo de la industria”.

Una imagen de 'Lo imposible', con Naomi Watts, Tom Holland (su hijo mayor) y Johan Sundberg (otro superviviente del tsunami).
Una imagen de 'Lo imposible', con Naomi Watts, Tom Holland (su hijo mayor) y Johan Sundberg (otro superviviente del tsunami).

Bayona supo desde el primer momento que allí había una película. “Belén Atienza [la productora] oyó a María Belón [la madre auténtica] contar su relato en la radio. Me la repitió como colega, y tal y cual se la escuché supe que había una película. Era evidente. Porque allí había una emoción, te golpeaba. Yo mismo intentaba contarla y no la acababa. Y pensé que si era capaz de llevarla a la pantalla, sería gratificante. Y sigo pensando en qué tiene esto que trasciende todo lo que conozco del tsunami para tocarme de esta manera. En el corazón de este drama hay una madre y un hijo, una madre que lo ha perdido todo excepto lo que no está dispuesta a perder. Eso es lo que lega a su hijo, y ahí cualquier espectador se puede reconocer”.

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Sobre la firma

G. BELINCHÓN
Es redactor de la sección de Cultura, especializado en cine. En el diario trabajó antes en Babelia, El Espectador y Tentaciones. Empezó en radios locales de Madrid, y ha colaborado en diversas publicaciones cinematográficas como Cinemanía o Academia. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster en Relaciones Internacionales.

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