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Una silla con mucho cuerpo

El arquitecto Jean Nouvel lanza su nueva colección de muebles

"Hace años que sueño con Oxymore. La representé como la silla ideal en muchos proyectos, pero jamás conseguí realizarla. Dibujar una silla es muy difícil. Oxymore es un icono, un objeto depurado, que atravesará los años sin pasar de moda”. Lo afirma el arquitecto Jean Nouvel, desde París, donde presentó su nueva colección de muebles, encabezada por una silla desarrollada por la empresa catalana Figueras International Seating y destinada a marcar un antes y un después en la historia de los asientos.

 Como indica su nombre, que en griego significa unión de opuestos, la peculiaridad de Oxymore reside en el contraste entre su apariencia y las sensaciones que transmite. Conseguirlo no ha sido fácil. El reto era encerrar en la silla icónica, casi cúbica, con líneas rectas y ángulos de 90º, en apariencia muy incómoda, la sorpresa de un confort extremo. Una comodidad que Figueras ha logrado con una espuma viscoelástica, capaz de amoldarse al cuerpo del usuario sin perder la forma y conservando todos sus ángulos rectos.

“Parece tan rígida y marmórea que cuando te sientas su comodidad realmente te sorprende”, asegura Nouvel, que se lanzó al diseño de muebles porque no encontraba piezas adecuadas para sus arquitecturas. “Mis primeros diseños fueron una caja para las herramientas y una mesa plegable. Un objeto logrado es aquel que resulta familiar desde su salida de la fábrica y que me hace preguntar ¿por qué no lo he pensado antes?”, continúa el arquitecto que en 1995 fundó Jean Nouvel Design, en el que pone el mismo interés y cariño que en el diseño de edificios. “Quiero hacer muebles que hablen de una época, unas técnicas y una actitud estética. Un objeto es un testimonio tan serio como un edificio, aunque su complejidad, escala y motivaciones son distintas”.

Confirman el compromiso de Nouvel con el mobiliario en el Figueras Design Centre, donde se convirtió en realidad el particular oxímoron del célebre arquitecto. “Desde el inicio coincidimos en dos conceptos básicos: la búsqueda de la simplicidad y la ausencia de lo superfluo. Ambos se plasman a la perfección en este proyecto: una silla que no tiene nada más de lo estrictamente necesario para cumplir su función de la mejor forma posible”, indica su director, Pau Borrás.

En la Paris Design Week el confort de la silla despertó pasiones. Esto se debe a dos secretos: un respaldo que se inclina lenta y casi imperceptiblemente unos grados cuando el usuario se sienta y un tapizado de silicona moldeado, sin costuras, que aumenta la suavidad al tacto y la sensación envolvente. “Lo más difícil”, cuenta Borrás, “fue que Nouvel aceptara el pequeño movimiento del respaldo, que aunque es casi imposible de detectar y no modifica la línea de la silla, añade un plus de comodidad indiscutible”.

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