Vuelve el South Pop, un festival para ‘connoisseurs’

La localidad costera de Isla Cristina (Huelva, 20.000 habitantes) se prepara para recibir el viernes y el sábado la quinta edición del peculiar festival Santa Teresa South Pop. Una veintena de bandas, encabezadas por el dúo Herman Dune (grupo descubierto por el mítico dj de la BBC John Peel), llenarán de sofisticación está cita veraniega, peculiar porque combina el ambiente festivalero con las comodidades que busca un público entrado en la treintena: oferta gastronómica, hoteles, césped, sombra… y guardería para los futuros poperos.

Además de Herman Dune, los que se dejen caer por el festival disfrutarán de las delicias de la Semana del Atún (feliz coincidencia) y, entre otras propuestas, de los ritmos bailables del grupo navarro El columpio asesino, las reminiscencias a lo Pet Shop Boys de los suecos The Sound of Arrows, de la melancolía exquisita de los austriacos Francis International Airport o de los Popemas de Nosoträsh, el acogedor álbum que las de Gijón editaron en 2002 y que han recuperado este verano. Santi Cotes, factótum del festival, desvela por teléfono su apuesta personal, los daneses WhoMadeWho y su dance rock desquiciado: “Tienen pintaza, son tres, pero la lían parda. Buscamos a alguien que sea capaz de montar una buena fiesta”.

El Santa Teresa South Pop es pionero entre la oferta de los denominados festivales 'boutique'

El Santa Teresa South Pop es pionero entre la oferta de los denominados festivales boutique en los que, además del consabido camping, se ofrecen posibilidades de alojamiento que van desde un amarre en el puerto deportivo hasta un hotel de cuatro estrellas con sesiones de DJ en la piscina. La media de edad del público va de los 25 a los 45 años y, con la edad, aumentan las ganas de estar realmente cómodos.

Además esta cita se caracteriza porque los artistas conviven dos días con el público. Lejos de las poses del show business, en el South Pop es posible darse un chapuzón en la playa con tu cantante favorito o tomar una cerveza tranquilamente con esa banda que uno lleva escuchando en el mp3 todo el año.

“El ritmo de ventas es bueno, algo menor que el año pasado –como le ocurre a todos los festivales–, pero llevamos 800 abonos vendidos y quedan entradas a la venta”, cuenta Cotes. El abono de dos días cuesta 43 euros más gastos de gestión (50 euros en taquilla) y la entrada de día 29 euros (34 en taquilla). “El aumento del IVA nos lo comemos con patatas”, recuerda Cotes.

En cuanto al alojamiento, el hotel Barceló ya está lleno (este año no cuentan con las instalaciones del hotel Oasis, que ha cerrado) pero quedan plazas en el camping, de primera categoría (“no es un secarral que hayamos habilitado ahí”, defiende Cotes), y también hay oferta de apartamentos en alquiler.