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52 Festival Internacional del Cante de Las Minas de La Unión

José Mercé, siempre igual, siempre distinto

El cantaor jerezano renueva su largo idilio con el público de La Unión

El cantaor José Mercé durante su actuación.
El cantaor José Mercé durante su actuación.PEDRO VALEROS

José Mercé es incombustible. Como lo es también el largo idilio que mantiene con La Unión, donde el pasado viernes actuó dentro del ciclo de galas de la 52 edición del Festival Internacional del Cante de Las Minas, con el antiguo Mercado prácticamente lleno, Presentaba su último espectáculo Nuevo Amanecer, que no es sino un repaso a sus grandes éxitos. Con ellos amanece de nuevo Mercé, y no es poco.

Con el cantaor jerezano ocurre lo mismo que pasaba con Chano Lobato, habías oído una y mil veces sus chistes sobre los embustes de Pericón, pero siempre te sonaban nuevos y sonreías como si los escucharas por primera vez.

Desde que hace ya bastantes años Mercé iniciara su época digamos que moderna, con aquel primer Del Amanecer que creó para él Vicente Amigo, el esquema de sus actuaciones es siempre el mismo; una primera parte sólo con guitarra (antes el inolvidable Moraito Chico y ahora el hijo de este, Diego El Morao): malagueñas, soleá, y las siguiriyas que sigue dedicando a su hijo Curro. Después viene el ritmo: tangos o adaptaciones de canciones por bulerías, como la bellísima versión de Al alba que el público sigue coreando.

Pero la voz de Mercé sigue sonando igual de jonda, haga lo que haga, incluso cuando interpreta esa segunda parte que gusta menos a los puristas, acompañada por coros e instrumentos. En la Unión, como anunciaba su nuevo espectáculo, hizo una especie de pupurri de esos discos que le han dado tanta popularidad fuera del estricto mundo del flamenco desde hace más de una década: Aire, Lío, o el tema dedicado a Picasso Te pintaré. Interpretó también unas alegrías llenas de intención para acabar con un bis por bulerías que remató a capela y con mucha gitanería dando unas pataítas de baile.

Tras su actuación se colocó en el llamado Paseo del Flamenco de la Unión una “lámpara minera” con su nombre, como se hizo en la madrugada del jueves con Sara Baras. Ambos nombres se unen a los de otros ilustres del flamenco que ya tenían tal reconocimiento, como Enrique y Estrella Morente, Farruquito, El Cigala, Tomatito o Blanca del Rey entre otros.

La Unión es ya estos días, como ocurre cada año, la capital mundial del Flamenco. Sus espacios culturales, sus calles y sus tabernas bullen de aficionados de todo el mundo y también de muchas caras conocidas. Por ejemplo, los distinguidos este año con distintos reconocimientos, María Dueñas, José Andrés, José María Manzanares o Bigas Luna, que recibirá esta tarde el Castillete de Oro. Exposiciones, estrenos de documentales sobre diferentes personajes flamencos, presentación de revistas y libros, jornadas gastronómicas, ciclo de cine flamenco, entre otras muchas actividades, muestran al visitante una oferta interminable cada día.

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