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Altamira se apunta al arte de vanguardia

La Fundación Santillana cede al museo adjunto a las cuevas rupestres una obra del vanguardista mexicano Mathias Goeritz

José Antonio Lasheras, director del museo Altamira, el alcalde de Santillana del Mar, Isidoro Rábago, Ignacio Polanco y Emiliano Martínez, presidente de Santillana.
José Antonio Lasheras, director del museo Altamira, el alcalde de Santillana del Mar, Isidoro Rábago, Ignacio Polanco y Emiliano Martínez, presidente de Santillana.

Considerada como la Capilla Sixtina del arte rupestre, la Cueva de Altamira (Cantabria) alberga la primera obra maestra del arte de la humanidad. Las pinturas de bisontes sobre el techo de roca de la cavidad son la máxima expresión de arte rupestre del Paleolítico Superior y uno de los vestigios pictóricos más remotos, de entre 22.000 y 14.000 años de antigüedad. A partir de hoy, el Museo de Altamira, contiguo a la cueva, podrá presumir de aunar el arte más antiguo junto al más vanguardista en una misma temática: el cuadro del pintor mexicano, Mathias Goeritz, Boceto para el cartel de las cuevas de Altamira (1948), ha sido entregado al museo.

La pintura, propiedad de la Fundación Santillana, es una composición abstracta de piezas que componen la figura de un bisonte sobre un fondo blanco. El autor, Mathias Goeritz (1915-1990), fue un pintor y escultor mexicano de origen alemán. Paso su juventud viajando por Europa y el norte de África. En 1948, un año antes de mudarse a América, vivió en la localidad cántabra de Santillana del Mar, donde conoció al escultor Ángel Ferrant, al historiador Pablo Beltrán de Heredia y al escritor Ricardo Gullón. Juntos fundaron la Escuela de Altamira, una organización artística cuyo objetivo era recuperar el arte abstracto de la vanguardia, que se estaba perdiendo tras los estragos de la Guerra Civil española. La marcha a México de Goeritz en 1949 terminó prematuramente con la actividad de la escuela.

El histórico edificio de la Torre de Don Borja, en el municipio de Santillana del Mar (a dos kilómetros de la cueva), ha sido el escenario de la entrega del lienzo. Al acto han acudido el Presidente de la Fundación Santillana, Ignacio Polanco, el alcalde de Santillana del Mar, Isidoro Rábago y el director del Museo de Altamira, José Antonio Lasheras, entre otras personalidades.

Todos los presentes han aplaudido la colaboración mutua de las tres instituciones para reivindicar el valor del arte rupestre cántabro. El alcalde del municipio, Isidoro Rábago, ha recalcado la importancia de trabajar por el valor cultural de la cueva de Altamira en todos sus aspectos, “desde el gran tesoro que alberga en la cavidad hasta todas las manifestaciones, como este cuadro, que recuerden el espíritu de Altamira en cualquier parte del mundo”.

En su intervención, el presidente de Santillana, Ignacio Polanco, resaltó la importancia historiográfica del cuadro de Mathias Goeritz y el valor añadido que le confiere “relacionar a través de la Escuela de Altamira, el primer arte con la creación artística moderna.”

El director del museo, José Antonio Lasheras, se ha mostrado agradecido por la oportunidad de ofrecer a los visitantes una obra “tan destacada y tan significativa de los valores de Altamira, de los valores prehistóricos y de los valores actuales”. Lasheras ha anunciado que el lienzo se presentará públicamente en la nueva exposición permanente que se abrirá este año. “Hasta entonces, se expondrá en el área semipública del museo” comentó el director.

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