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Tentaciones
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La crítica política que saca pecho

La serie de dibujos 'American muscle', de Joseph Stashkevetch , habla de anabolizantes y culto al cuerpo, pero también de los abusos de su país en el extranjero

Silvia Hernando

Si uno no es de Estados Unidos, hablar del imperialismo yanqui puede desencadenar un debate, más que encendido, incendiario. Si uno sí es de Estados Unidos, hablar del imperialismo yanqui puede elevarse a la categoría de arte. Arte, además, del vigoroso. Como el que hace Joseph Stashkevetch. La serie de dibujos American Muscle de este neoyorquino habla de cachas, anabolizantes y un culto al cuerpo rayano en lo alarmante. Pero también de su patria, y de sus incursiones en el extranjero.

“Son una exploración del abuso de la inteligencia militar estadounidense más allá de nuestras fronteras”, explica el artista. “Cada hombre musculoso lleva embebida en su sistema vascular una red fluvial de un país en el que hemos interferido abierta o encubiertamente para conseguir ventajas estratégicas políticas o económicas”.

Criado “modestamente” bajo el auspicio de un padre policía local, Stashkevetch es un ciudadano preocupado por lo que le rodea. Más allá de la inquietud política, también dice interesarse por el medio ambiente. De hecho, la naturaleza es el tema que ocupa su actual producción artística. “Primero, porque es extraordinaria. Y quizá también es una cuestión de echar una mirada a largo plazo a la salud de nuestro estresado planeta”.

Sus muchachos reventones, perfilados en 2004, llevan en sus venas los ríos de distintos países en los que EE UU ha intervenido en el último siglo. Uno de ellos, por ejemplo, representa la red fluvial de Chile, en referencia a la operación Cóndor, un plan de coordinación entre EE UU y las dictaduras de los países del Cono Sur americano, que se llevó a cabo entre los setenta y los ochenta. Otro carga el agua de Irán, por la operación Ajax de 1953, el golpe de estado que derrocó al democráticamente electo primer ministro Mohammed Mossadegh.

Cuenta el artista que, por lo demás, es un tipo, a su manera, de lo más normal. Nada que ver con los sujetos de sus dibujos. “Me encanta andar en bici, luchar por tener cuidado mi jardín, leer un montón, adorar a mis cuatro gatos y esmerarme para mantener las interacciones sociales bajo mínimos”. Lo de la fuerza bruta, se lo guarda para su crítica política.

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Sobre la firma

Silvia Hernando
Redactora en BABELIA, especializada en temas culturales. Antes de llegar al suplemento pasó por la sección de Cultura y El País Semanal. Previamente trabajó en InfoLibre. Estudió Historia del Arte y Traducción e Interpretación en la Universidad de Salamanca y tiene dos másteres: uno en Mercado del Arte y el otro en Periodismo (UAM/EL PAÍS).

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