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Una pasarela para todos

Barcelona acoge esta semana una pasarela con diseñadores emergentes, la 080 Fashion, y la presencia de grandes marcas

Ya era hora de que alguien lo dijera: la vida es chula. En estas circunstancias, más que un lema, este es un grito de guerra, un reto que asume Desigual. Quizá —bueno, casi seguro— la vida no es chula, pero hay que saltar a la calle con ese espíritu. Así lo ha hecho, sobre la pasarela, esta firma de moda y, además, con un poco de “sex, fun and love” (sexo, amor y diversión). La casa no solo da alegría a sus colecciones, también a su ciudad, Barcelona, apostando una vez más por sacarla de las fronteras catalanas para ventilarla por el mundo. Acabará el año con 300 tiendas. Y con Desigual y no menos arrojo, Mango, otra marca nacida en Cataluña pero con escaparates de Shanghai a Nueva York. Ellas, las grandes, comparten esta semana la pasarela en el 080 Barcelona Fashion, un proyecto para diseñadores emergentes e independientes que llega hoy a su X edición.

Una modelo luce una creación de la diseñadora Miriam Ponsa en el segundo desfile de la 080 Barcelona Fashion
Una modelo luce una creación de la diseñadora Miriam Ponsa en el segundo desfile de la 080 Barcelona FashionALBERT OLIVÉ (EFE)

Y no en cualquier parte. La organización ha elegido un lugar poco habitual para desfilar, el Palacio de Pedralbes de Barcelona. 080 nació como un proyecto de moda emergente, pero ha decidido abrir la puerta a las marcas más comerciales en un intento por unir el talento que empieza con la industria. “080 debe ser diferente a todo lo que pasa en el resto del mundo”, explica Miquel Rodríguez, responsable del 080 en la Generalitat. El presupuesto de esta edición es un millón de euros, un 30% llega del patrocinio privado.

El 080 arrancó ayer en una tienda de la estrecha calle de Minerva. Allí madre e hija mostraron al público su última colección. La madre es Lydia Delgado y su hija, Miranda Makaroff. Ambas presentaron la tercera colección de Miranda Makaroff para Lydia Delgado, unas prendas básicamente jóvenes, coloridas y con vocación internacional.

Vivimos momentos complicados. Lo reconocen muchos de los diseñadores. “Solo de España no se puede vivir”, sentencia Delgado, al apuntar que las oportunidades están fuera. Una vocación que no le falta a la manresana Miriam Ponsa, que ayer tarde inauguró el palacio con la moda del próximo verano, ropa muy “llevable” que apuesta por formas convencionales y por colores “orgánicos”.

La semana de la moda en Barcelona se inició el lunes con el desfile que recorrió parte de la plaza Reial. Expertos en moda, turistas y vecinos curiosos asomados a sus balcones para ver las propuestas de una veintena de jóvenes diseñadores de las mejores escuelas españolas que aspiran al premio ModaFAD. Ayer le llegó el turno al 080. Del 10 al 13 ocupará el Palacio de Pedralbes, con desfiles de Celia Vela, Guillermina Baeza, Miriam Ponsa, Gori de Palma o Manuel Bolaño, entre otros.

El 080 exhibe lo último en materiales. La industria textil con el valor añadido de la tecnología. Si China puede producir camisetas a precios imbatibles, quizás la competencia esté en ropa que no se mancha, que no se moja, que aspira el sudor o que detecta la música del vecino. Toda una apuesta por las nuevas tecnologías. Lunáticos, en 080, ofrecerá a los asistentes la oportunidad de ver las novedades tecnológicas del sector textil. La semana acabará con las marcas más urbanas en la feria The Brandery. El salón vuelve a apostar por una mezcla de consumidor final y compradores para así acaparar todo el circuito de venta.

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