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TENDENCIAS: MODA

Estampados psicodélicos y contabilidades saneadas

Peter Pilotto abandera una nueva generación de modistas británicos que casa creatividad con sentido empresarial

Dos modelos de la colección de Peter Pilotto, presentada en Florencia.
Dos modelos de la colección de Peter Pilotto, presentada en Florencia.

Enmoquetar todas las estancias de una casa es algo muy británico. Hacer lo mismo con una mansión italiana del siglo XV alcanza la categoría, como poco, de kitsch. Peter Pilotto y Christopher De Vos, diseñadores de la firma londinense que lleva el nombre del primero, tapizaron sin piedad el suelo del Palazzo Borghese de Florencia con alucinógenos estampados caleidoscópicos. Los mismos que ilustraban la colección crucero que presentaron el miércoles entre semejante sobredosis de alfombras flúor y frescos neoclásicos. Todo dentro del calendario de Pitti Uomo, la feria textil más importante de Europa.

Las serigrafías geométricas se han convertido ya en seña de identidad de esta firma que, con solo cinco años de vida, abandera una pujante —y cada vez más influyente— generación de jóvenes diseñadores británicos.

Aunque en el éxito de Peter Pilotto ha sido también determinante una mujer estadounidense: Michelle Obama, quien, al lucir uno de sus diseños, les granjeó más atención mediática que cualquier campaña de marketing.

Pilotto y De Vos aseguran, sin embargo, que su prometedora carrera ha sido posible solo gracias el apoyo de instituciones como el British Fashion Council (BFC). “Sin ellos no venderíamos en 30 países ni estaríamos en Pitti”, reconoce De Vos. “Londres ha entendido que su fuerza dentro del mundo de la moda solo puede venir de los diseñadores jóvenes, ya que no cuentan con muchas casas con historia. Hace 15 años hubo un boom de las firmas británicas, pero todo se deshinchó”, explica Pilotto.

La ayuda que el BFC presta a los creadores noveles va desde la inclusión de sus desfiles dentro del calendario oficial de la Semana de la Moda de Londres hasta la organización de showrooms en Los Ángeles, Pekín o Hong Kong para que entren en contacto “con la gente adecuada” en los mercados más potentes, según cuenta Pilotto. “Además, te presentan a gestores bancarios, inversores, te enseñan a prever tus gastos”, continúa De Vos. Algo fundamental, teniendo en cuenta que, como él mismo reconoce, la mayor parte de los diseñadores no ha visto un libro de cuentas en su vida.

Quizá porque, gracias a esa asesoría, son muy conscientes de la importancia de la dimensión empresarial de una marca, han colaborado con otras firmas como Kipling y hace ya un año que lanzaron su primera colección crucero. Este tipo de colecciones nació como una propuesta casi anecdótica para vestir a aquellos afortunados que viajaban a climas cálidos en pleno invierno, pero hoy cada vez más firmas las producen y les otorgan igual o mayor importancia que a las de invierno y verano. “Es fundamental para los distribuidores porque tiene mucha vida en las tiendas, llega en diciembre y se mantiene hasta junio”, resume Pilotto. Por su peso dentro del negocio, han decidido tirar la casa por la ventana, o más bien enmoquetarla.

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