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TENDENCIAS: TALENTOS

Cine surrealista contra el sistema

Crispin Glover, conocido secundario de Hollywood, dirige extrañas películas-denuncia Sus filmes se proyectan en La Casa Encendida

Ana Marcos
El actor, director y escritor Crispin Glover.
El actor, director y escritor Crispin Glover.

El actor, director y escritor Crispin Glover (Nueva York, 1964) se retrata en la primera línea: “Como dijo Shakespeare: ‘No hay nada nuevo bajo el sol”. En otras palabras, si el cine ha sabido interpretar una cuchilla rasgando un ojo, dos filmes protagonizados por personas con deficiencia mental, con filias como el pelo largo, que interactúan con mujeres con cabeza de elefante y un racista amante de los caracoles, suena de todo menos transgresor. Tal vez el mérito de It is Fine! Everything is fine! y What is It?esté en el personaje que ideó estos delirios surrealistas en celuloide siempre protagonizados por personas con algún tipo de retraso.

Antes de convertirse en un cineasta imprevisible, fue icono generacional por su interpretación del padre de Marty McFly en la primera parte de Regreso al futuro. En su siguiente encarnación, se ha erigido en un presunto mesías en contra de la industria cinematográfica con un cine que lleva haciendo desde mediados de los ochenta y que define así: “Mi reacción psicológica a las constricciones que ejercen desde hace 30 años las grandes corporaciones”. Eso sí, la vía para que sus ensoñaciones con dejes de Buñuel, Dalí, Freud y Beethoven puedan exhibirse por todo el mundo —en La Casa Encendida de Madrid ayer por la noche y esta tarde en el ciclo Luces y sombras de Nunca Jamás, comisariado por Jordi Costa— es a través del cine comercial.

“No me avergüenza reconocer que mi manera de financiarme proviene de estas películas”, reconoce esperanzado en que su infiltración en el sistema resulte en una implosión que provoque el reinicio, “algo así como lo que va a ocurrir gracias a movimientos como Occupy Wall Street o los indignados en España”.

Glover provocó su personal estallido cuando tras su aparición en Regreso al futuro, Steven Spielberg, productor de las películas, decidió seguir contando con él, aunque solo fuera virtualmente. Las triquiñuelas técnicas que el cineasta usó para que el padre de McFly siguiera en cámara resultaron una denuncia satisfactoria para Glover. “Da igual que sea el gran Spielberg, estaba cometiendo una ilegalidad”.

Así que por muy contradictorio que parezca, no confundir con naïf, el leitmotiv del ciclo de la Casa Encendida, Glover tiene tan bien memorizado el papel que hasta se niega a hacerse fotos sin su corbata y su traje. Tampoco hacía falta el disfraz para descubrir al personaje. “Necesito a un genio de Apple”, reclama de repente. “¿Podría esconderme bajo una sábana negra para salir al escenario?”, inventa al segundo siguiente horas antes de que comience su espectáculo. Un show que concibe al milímetro para que no se cuele mayor dislate que el que su inventiva pueda generar.

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Sobre la firma

Ana Marcos
Redactora de Cultura, encargada de los temas de Arte. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Fue parte del equipo que fundó Verne. Ha sido corresponsal en Colombia y ha seguido los pasos de Unidas Podemos en la sección de Nacional. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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