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TELEVISIÓN

Figurantes: Vivir en segundo plano

La presencia de extras en escena es elemento clave para dar credibilidad al cine y series Es una profesión a la sombra y mal remunerada

Fotograma de un capítulo de la serie 'Los misterios de Laura', con figurantes al fondo.
Fotograma de un capítulo de la serie 'Los misterios de Laura', con figurantes al fondo.PIPO FERNÁNDEZ

"Silencio por favor, vamos a rodar. Luces, cámara… ¡acción!" Clac, suena la claqueta pero ellos no dicen ni mu. Se pasean por detrás de los actores, cogen papeles, los vuelven a dejar, hacen que escriben, abren y cierran cajones sin sentido, simulan que hablan entre ellos pero no dicen nada. Vuelven a pasearse. "¡Corten!, repetimos. Tú no te cruces detrás de María (Pujalte), es mejor que te quedes quieta en la mesa del comisario", le dice Angélica, ayudante de producción de la serie de TVE Los misterios de Laura, a una mujer vestida de policía. Ellos son los figurantes, los extras, los comparsas… En definitiva, los grandes desconocidos del cine y la televisión cuyo cometido es, hablando en plata, hacer bulto.

Su aparición en escena carece de importancia en la trama, no tienen texto ni cara conocida, y sus nombres no salen en los títulos de crédito. Un ejército de vidas anónimas que merodean en segundo y tercer plano sin llamar demasiado la atención. No importa si su interpretación ha sido buena, mala o regular. Si los actores se equivocan u olvidan el texto, ellos repiten la escena tantas veces como sea necesario. Una de las cualidades requeridas para ser figurante es la paciencia.

Chema Martínez (Madrid, 1969) es fotógrafo freelance, colabora con la revista Interviú desde hace siete años. Hace tres se apuntó a una agencia de figuración para ganar un dinero extra, y esta temporada es uno de los figurantes de la comisaría de la serie que protagonizan María Pujalte y Fernando Guillén Cuervo. “Gano más dinero con la figuración que con la fotografía. Empecé en esto por casualidad porque me llamaron para hacer de portero de discoteca en Sin tetas no hay paraíso, y no está nada mal. Desde octubre soy uno de los comisarios de Los misterios..., aunque no tengo que venir a rodar todos los días, solamente los que hay escenas en la comisaría. Así que me organizo para ser fotógrafo cuando no tengo rodaje. Es un complemento económico”.

El sueldo de figurante oscila entre 30 y 50 euros la jornada, dependiendo de si hablan o no. Es difícil vivir solo de figurante, cuenta Martínez, “a no ser que te dediques exclusivamente a esto, que trabajes todos los días y que tengas algunas frases. Si coincide que además te llaman algún día para La que se avecina, otro día para José Mota y dices alguna frase, entonces sí se puede llegar a ganar entre 1.000 y 1.500 euros al mes, pero no es lo habitual”.

Entre toma y toma, mientras los actores ultiman detalles del guion, los extras vestidos de policías y denunciantes hablan sobre el menú del día. José Arturo Bodio está sentado en la mesa del comisario, y se presenta como “actor, mitad italiano y mitad argentino” que se dedica exclusivamente a la figuración. “Vine a España a trabajar en la construcción y ya llevo siete años en esto de las series. Es un trabajo muy satisfactorio. Es que yo soy actor ¿sabes?, he hecho algunas series y películas. Puedes buscarlas en Youtube. Pero ahora sobrevivo con el sueldo de figurante, y a veces me sale algún pequeño papel. Es que tengo el estereotipo de chulo putas, ¿sabes?”, aclara con un marcado acento argentino.

La presencia de figurantes en escena es un elemento clave para dar credibilidad al género de ficción, pero hay que tener en cuenta que cuantos más extras haya en escena, más altos son los gastos de producción. Los guionistas de la serie, Javier Holgado y Carlos Vila, son conscientes de este aspecto: “Hay veces que es el propio guion el que marca la figuración, pero normalmente lo decide el director o producción. El dinero es el que manda. Intentamos hacer guiones que requieran muchísima figuración sin que la historia se resienta”, explica Holgado. El fotógrafo y figurante Martínez cree que los figurantes, como el atrezo y el escenario, aportan casi el 50% de la serie: “La ficción tiene que parecer real como la vida misma, y hay que hacerlo bien. A veces, eso sí, te pica el gusanillo de actuar, si tienes frase te sientes importante. Ya no eres un simple figurante”.

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