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“Borges me hizo ver las posibilidades enormes de la lengua española”

Un recuerdo a la conferencia que Carlos Fuentes impartió en la universidad de Brown, en EE UU

Imagen de archivo de Carlos Fuentes.
Imagen de archivo de Carlos Fuentes.Ronaldo Schemidt (AFP)

"Soy Escorpión y nací un 11 de noviembre, como Kurt Vonnegut, Dostoievski y Brigitte Bardot. Del año 1928, como Gabriel García Márquez", así se presentó un noviembre Carlos Fuentes ante un auditorio de estudiantes y profesores de la universidad de Brown (Rhode Island). Fuentes había sido invitado a cerrar dos jornadas de debates sobre la relaciones entre América Latina, Estados Unidos y España con la lectura de un capítulo de la entones recién traducida al inglés Los años con Laura Díaz y había elegido el pasaje que más podía llegar a un auditorio estadounidense: la visita a Detroit, en 1932, de Frida Kahlo y Diego Rivera para que el muralista decorara el Detroit Institute of Arts a petición de Henry Ford. El arte de México en la cuna del automóvil.

Antes de la lectura, el novelista y ensayista hizo un recorrido por su biografía personal e intelectual. Explicó cómo le habían nacido en Ciudad de Panamá porque su padre, diplomático destinado entonces en la zona del canal, era un nacionalista mexicano que no podía soportar la idea de que su hijo viera la luz bajo jurisdicción de la bandera de las barras y las estrellas. Un guiño del destino acabó con la familia Fuentes Macías en Washington, donde el niño vivió ocho años y fue al colegio. Su educación en inglés era complementada en las vacaciones con viajes a México, donde le esperaban el colegio en español y dos abuelas a las que Fuentes dijo que debía la memoria en que se funda Laura Díaz.

"Los insultos que me importaban eran en español"

Con 15 años llegó a Argentina, procedente de Chile, antes de volver con 16 a México. Un padre comprensivo le permitió tomarse el año argentino como sabático porque al hijo le repelía la educación que ofrecía un régimen partidario del Eje: "Fue un tiempo para el tango, las damas y Borges". "Leer a Borges me hizo ver las posibilidades enormes de la lengua española", explicó Fuentes en Brown. ¿Borges, el más anglófilo de los escritores en español? ¿Convertir en ciudadano del territorio de La Mancha a un escritor en ciernes que lo mismo podía escribir en inglés que en español? "Sí. A mí los insultos que me importaban eran en español. Que me llamaran son of a bitch me daba igual, pero no soportaba que me llamaran hijo de la chingada”.

De la imbatible rotundidad berroqueña del español a la hora de los insultos a la amalgama y mestizaje enriquecedor de la lengua ya visible desde La región más transparente, su primera novela, de 1958. "Las lenguas se crean y se nutren de la comunicación y del contagio mutuo. Elimina del castellano las palabras de origen árabe y te quedas sin alcachofa, sin almohada, sin azotea, sin alberca, sin naranjas, sin limones... sin muchas otras cosas que nos gustan", dijo entonces en una entrevista en EL PAÍS. "La lengua inglesa es muy receptiva de las otras y por eso es la lengua occidental más rica. La española, que es la segunda lengua occidental más hablada, está admitiendo constantemente impurezas, neologismos, anglicismos, galicismos... Yo lo fomento y lo procuro. No creo en la pureza, ni de las lenguas, ni de las costumbres, ni de nada. Vivimos en un mundo impuro y eso es digno de celebrarse".

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