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Conceptos teñidos de blanco y negro

La exposición fotográfica 'El objeto y su lugar', del artista Álvaro Perdices, muestra en la pequeña galería madrileña Casa sin fin ocho imágenes sobre los distintos papeles

Tommaso Koch

Para ser la Casa sin fin, tampoco es muy grande. De hecho, tan solo mide unos pocos metros cuadrados. Esta íntima y minúscula galería de arte abrió sus puertas en noviembre del año pasado en el barrio madrileño de Lavapiés. Y hasta el 30 de junio acoge la exposición fotográfica El objeto y su lugar, del artista madrileño Álvaro Perdices.

Ajustada al tamaño de su interminable hogar, la muestra se compone de ocho grandes fotografías en blanco y negro, frutos de reelaboraciones y collages de Perdices a partir de instantáneas sacadas entre Argelia y España. “Aunque están muy alejadas de su contexto de origen. Todas las imágenes están muy manipuladas y han pasado por al menos 10 variaciones”, asegura el artista.

Otra modificación fue la chispa que encendió el proyecto. Perdices fue el intermediario que traducía los dibujos de los planes de remodelación del museo Ahmed Zabana de Orán (Argelia) en los movimientos de los operarios encargados de las obras. Pero el madrileño duplicó su trabajo y, además de intérprete de conceptos, se hizo fotógrafo de aquellos cambios.

Así desmantelamiento y piezas arqueológicas se mezclan en algunas de las imágenes, mientras que otra foto muestra un enorme papel negro en cuya esquina inferior derecha aparece la figura de un hombre. “Revelar lo oculto y ocultar lo que se desvela”, es la misión que Perdices asigna a las fotos de El objeto y su lugar.

La exposición cuenta también con un vídeo en el que el artista ha casado dos opuestos. A las imágenes de un taller de escultura de la Escuela de Bellas Artes anexa al museo de Orán, donde aún se emplea la arcaica enseñanza típica del modelo colonial francés, se acompaña la lectura, en árabe, de un polémico discurso del pintor Gustave Courbet justo en contra de certezas y tradiciones artísticas. “El arte no puede enseñarse. No es más que el talento surgido de la propia inspiración y del estudio de la tradición”, reivindica Courbet, al rechazar la dirección de un estudio de pintura que se le ofrecía.

Lo que reivindica Perdices es, sobre todo, la importancia de los conceptos más allá de los objetos, del proceso artístico más allá del resultado final. Tanto le interesa la idea que es capaz de tirar sus creaciones no solo sin remordimientos, sino casi a gusto. “A veces es un alivio”, afirma el artista.

Algo más que alivio buscan los clientes de los locales donde Perdices bautizó su inspiración. Era 1997 y en The black photos retrataba los cuartos oscuros de clubes de sexo y bares de ambiente de Los Ángeles. “La única luz que salía era la de los cigarrillos que fumaban algunos de los sujetos”, cuenta el artista. Dicho de otra forma, se ve muy poco: una galería de imágenes negras, algún destello de humo. Y, claro, el concepto.

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Sobre la firma

Tommaso Koch
Redactor de Cultura. Se dedica a temas de cine, cómics, derechos de autor, política cultural, literatura y videojuegos, además de casos judiciales que tengan que ver con el sector artístico. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Roma Tre y Máster de periodismo de El País. Nació en Roma, pero hace tiempo que se considera itañol.

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