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Con la batuta al ministerio

El nombramiento del músico Youssou N'dour como ministro de Cultura de Senegal engrosa la lista de músicos que en un momento de su carrera decidieron ponerse el traje de políticos

Ana Marcos
El músico estadounidense Frank Zappa.
El músico estadounidense Frank Zappa.

"Mi estado de salud me descalifica para el cargo", decía Frank Vincent Zappa en 1992 cuando apuntó su nombre como candidato independiente a las elecciones presidenciales de Estados Unidos. "En Washington están los peores payasos que el dinero puede comprar. Odio todas las corrientes políticas". El líder de la banda The mothers of Invention moriría un año después de un cáncer con un gran legado musical que no consiguió ampliar en la Casa Blanca. El músico Youssou N'dour ha visto cómo los palos en la rueda de su candidatura a la presidencia de Senegal se han ido apartando hasta llevarle a la cartera de Cultura de nuevo gobierno de Abdoul Mbaye. Como el artista africano, otros tantos músicos han probado suerte en la política, casi siempre desde el atril de las artes.

Las aspiraciones del tropicalista Gilberto Gil -sin visos presidenciales- le llevaron al ministerio Cultura de Brasil con el presidente Lula entre 2003 y 2008. Cinco años tras los que retomó los instrumentos con la sensación de nada había cambiado. “Aunque el mayor alivio fue dejar de pensar que formaba parte del Gobierno. Porque pensaba en ello veinticuatro horas. Incluso dormido", declaraba el músico en aquel momento.

Su experiencia inspiró a Susana Baca. La cantante peruana no solo pasaba a formar parte del primer Gobierno de Ollanta Humala en el país andino el año pasado, sino que estrenaba un ministerio de Cultura con el ojo puesto en el legado de su compañero brasileño. La ganadora de un Grammy Latino es impulsora de diversas expresiones artísticas populares, en especial las procedentes de la cultura afroperuana.

El autor de Pedro Navaja, Rubén Blades, referente generacional, fue ministro en el Gobierno de Martín Torrijos, en Panamá. El músico, con formación de abogado licenciado en Harvard, trajo al conservador mundo de la salsa la crónica social con crítica. “Es pasar de escribir Pablo pueblo, que está planteando una denuncia, a una propuesta en la que vas a tratar de ayudar a mejorar las condiciones a través de un proceso político”, decía desde su puesto en el ministerio de Cultura. “Quería corregir una irresponsabilidad mía que fue meterme en política sin tener claro que era un proceso que requería de mi participación a tiempo completo [se presentó a las elecciones presidenciales de Panamá en 1994 y 1999 por el ya desaparecido movimiento Papá Egoró]”.

La estrella del hip-hop Wyclef Jean, exmiembro de Fugees, se presentó como candidato a las elecciones presidenciales de Haití, en noviembre de 2010. Jean, que nació y vivió en Haití hasta los nueve años, fundó la ONG Yéle Haiti -especialmente activa tras el terremoto de enero, que causó más de 200.000 muertes-, pero carecía de experiencia política. Su intentona presidencialista quedó finalmente en agua de borrajas tras una serie de problemas burocráticos.

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Sobre la firma

Ana Marcos
Redactora de Cultura, encargada de los temas de Arte. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Fue parte del equipo que fundó Verne. Ha sido corresponsal en Colombia y ha seguido los pasos de Unidas Podemos en la sección de Nacional. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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