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Max Cavalera

"Odio el 'Black Album' de Metallica"

El exlíder de Sepultura olvida la corrección política y ajusta cuentas con el pasado Presenta 'Enslaved', octavo álbum de su proyecto Soulfly

Cavalera, segundo por la izquierda, con el resto de 'Soulfly'
Cavalera, segundo por la izquierda, con el resto de 'Soulfly'

Introducir aires de samba reggae ante una audiencia de death metal pudo ser el suicidio artístico de la banda brasileña Sepultura. Pero la cosa salió bien. Para muchos supuso la consolidación de este grupo, de humilde cuna, como la formación de heavy metal más importante de los noventa. Eso es lo que consiguió Max Cavalera (Belo Horizonte, 1962) con los álbumes Chaos A.D. (1993) y Roots (1996). Por motivos personales y profesionales (entre otros, se enamoró de la manager a la que el resto de la banda quería echar) el líder creativo de Sepultura salió tarifando en 1997, en el auge de su popularidad, y comenzó una carrera en solitario con su nuevo grupo, Soulfly. Ahora presenta Enslaved (Roadrunner) un álbum que conceptualmente remite a Roots. Hasta ahí el interés de Cavalera por su antiguo grupo: "Son el pasado. No sigo su carrera. Me da igual lo que hagan".

No me interesa Sepultura. No sigo su carrera. Me da igual lo que hagan

Sepultura sigue existiendo, aunque de los miembros originales solo queda el bajista Paulo Jr. En cierta manera parece como si Cavalera quisiera borrar los noventa, su etapa de mayor éxito personal. Desde Phoenix (EE UU), al otro lado de la línea telefónica, evita toda corrección política y toda estrategia de márketing. Fiel a su look de rastafari metalero, este padre de familia de 43 años arremete sin tapujos contra el fenómeno de la piratería (seguro que bien visto por muchos de sus fans): "Haces un buen álbum y no se vende porque la gente lo pilla gratis". Y también carga contra la otra sacrosanta institución del metal de los noventa: "Odio el Black Album de Metallica. Oigo las canciones y se me meten en la cabeza, como Enter Sandman. Son tan pegadizas. Prefiero el material más antiguo: Ride the lighting o Master of Puppets".

Enslaved es un repaso al fenómeno de la esclavitud a lo largo de la historia, desde los gladiadores romanos al esclavismo en EE UU o al que hoy imponen los señores de la droga: "Si miras alrededor: la gente está perdiendo su empleo o trabaja en condiciones de esclavitud. Con Enslaved he intentado llamar la atención sobre eso. Porque en Estados Unidos sobre esclavitud habla la gente del blues pero raramente las bandas de metal. Por eso estoy contento con el álbum y confío en él".

En lo musical Enslaved mira mucho más atrás. Supone una vuelta a sus orígenes creativos, allá por mediados de los ochenta cuando él y sus amigos de Belo Horizonte se las veían y se las deseaban para conseguir álbumes de metal. "Este elepé tiene un pie en el death. Es un tributo a bandas como Morbid Angel, Entombed o Napalm Death, a las que admiro y a las que nunca he dejado de escuchar. Creo que Enslaved aporta un nuevo significado a Soulfly: un soplo de aire fresco que nos viene muy bien. Hay que mantenerse creando y haciendo algo diferente: rompiendo las reglas. Es completamente opuesto a un disco comercial".

Sin embargo una de las canciones menos crudas es la que más llama la atención de los 13 cortes del álbum: "Plata o plomo está cantada en español, portugués e inglés. Es la historia del narcotraficante Pablo Escobar y de cómo llegó a ser tan poderoso matando a cientos de personas y convirtiéndose en una especie de santo. La inspiración viene de un libro escrito por el hermano de Escobar. Le dejé el libro a Tony y los dos estuvimos trabajando sobre ese material para las letras. Además añadimos guitarras flamencas. Es una canción más groove que el resto, es uno de los temas más molones. Es menos death, pero muy poderosa".

Cavalera tiene la nacionalidad estadounidense y vive en Arizona, pero no olvida sus raíces brasileñas y exhibe cierto orgullo: "Ahora el país está yendo realmente hacia delante. Llegarán los Juegos Olímpicos y la gente tiene trabajo y está ganando dinero. Pero hay que ser cuidadosos. Brasil tiene que tener cuidado, aunque no creo que vaya a hacer los mismos errores que en el pasado cometieron otras superpotencias".

Aunque todavía no está confirmado, es probable que Soulfly toquen en España a finales de mayo, en el festival Sonisphere. Allí Cavalera se topará con Metallica, que interpretará íntegro el Black Album. A ver qué se dicen...

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