_
_
_
_
_

'Fugitiva ciudad', de Manuel Rico, gana el Miguel Hernández de Poesía

"La ciudad es el lugar de la vida y el lugar de la memoria y de la lucha por la dignidad. La educación sentimental, cultural y moral ha tenido lugar, en mi caso, en un escenario urbano”, ha dicho el poeta Manuel Rico, que acaba de ser galardonado con el Premio Internacional de poesía Miguel Hernández-Comunidad Valenciana 2012 por su libro Fugitiva ciudad. Un libro en que estuvo trabajando casi una década. José Luis Ferri, uno de los miembros del jurado, resalta el trabajo del madrileño sobre la “idea de ciudad como símbolo, como espacio que remite al origen y también a los destinos humanos”.

Para el poeta, Madrid, donde nació en 1952, "es, a la vez, una ciudad de ciudades y el símbolo de la geografía sentimental de mi generación: la de los años 80... Desde la experiencia amorosa a la lucha por la democracia; desde las primeras lecturas a la música de Hilario Camacho o Luis Eduardo Aute”.

Pero Fugitiva ciudad no se centra en una urbe concreta. “Es la sustancia de ciudades vividas de paso durante algunos viajes: Viena, Roma, Barcelona… Es una ciudad global”, aclara Rico. Fugitiva ciudad contiene homenajes a poetas como Vázquez Montalbán, Juan Gelman y Diego Jesús Jiménez cuya amistad ha marcado al escritor.

Rico es poeta, narrador y crítico literario del suplemento Babelia, de EL PAÍS. Fugitiva ciudad, que como parte del premio será publicada por la editorial madrileña Hiperión, amplía su bibliografía en la que figuran títulos como La densidad de los espejos (1997), Donde nunca hubo ángeles (2003) y De viejas estaciones invernales (2006). Un arte, la poesía, que para él es “lenguaje depurado, proteína pura. Su elaboración es muy difícil porque en un poema te la juegas en cada verso.”

Además de la poesía, Rico se ha interesado también por la narrativa. “En mi caso, poesía y narrativa son dos caras de una misma moneda. En ambos géneros encuentro gusto”. Entre sus novelas figuran La mujer muerta (2000 y 2010), Los días de Eisenhower (2003), El lento adiós de los tranvías (2008) y Verano (2008). La diferencia entre narrativa y poesía es que “la poesía sintetiza, concentra, y la novela expande, desarrolla, convierte ese impulso en argumento, en historia”.

El jurado del premio, por el que el galardonado recibirá 12.000 euros, estuvo presidido por José Luis Ferri, director del Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert y profesor de la Universidad Miguel Hernández de Elche. Ferri fue elegido por su condición de patrono de la entidad que convoca al galardón. Junto a él Juan José Sánchez Balaguer; director de la Fundación Cultural Miguel Hernández; Jesús Munárriz, editor de Hiperión; Ricardo Bellveser, director de la Institución Alfons el Magnànim; Joaquín Juan Penalva, profesor, poeta y codirector de la revista ExLibris; y Luis García Montero, profesor y poeta.

Para Rico la poesía española “vive un momento brillante, con un alto nivel de calidad de promedio. Convivimos y escribimos varias generaciones de poetas (la del 50, con Caballero Bonald o Angelina Gatell, por ejemplo, la mía propia o la de poetas que hoy tienen poco más de veinte años) y esa realidad genera un permanente enriquecimiento transgeneracional.”

Sobre la poesía española frente al resto del mundo considera que “está a la altura de la de países como Gran Bretaña, o Estados Unidos, o de países castellanohablantes con una sólida tradición poética como Chile o Colombia”.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_