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Exorcismo literario de la dictadura

El argentino Leopoldo Brizuela evoca en ‘Una misma noche’ los horrores durante los años de la Junta Militar Se trata de una mirada sobre las víctimas y los verdugos

El escritor argentino recibe desde Argentina el galardón literario.

1976. En Argentina anida un hecho real y tenebroso que será contado por un escritor de ficción en una novela.

1998. En España nace el premio literario que dará un nuevo futuro al autor que creará a aquel personaje de ficción.

2012. En Madrid y Buenos Aires la editorial celebra sus 15 años premiando aquella novela basada en hechos reales.

Es una obra que revive la historia de víctimas y verdugos en la época más oscura de Argentina, durante la dictadura militar, con vocación de purga y exorcismo y que ha obtenido el XV Premio Alfaguara de Novela 2012. Se titula Una misma noche y la escribe Leopoldo Brizuela (La Plata, Argentina, 1963) “Una obra escrita en la penumbra, desde los interiores de la intimidad cotidiana que refleja la sociedad. Un thriller existencial”, en palabras de Rosa Montero, presidenta del jurado, del que también formaron parte Montxo Armendáriz, Lluís Morral, Jürgen Dormagen, Antonio Orejudo y Pilar Reyes (con voz pero sin voto al ser la editora de Alfaguara). Para ellos, según el acta, el autor tiene un “estilo admirablemente contenido, que con economía expresiva consigue crear un texto perturbador e hipnótico”. El galardón, dotado con 133.306 euros, es otorgado a una obra inédita en castellano.

El anuncio se hizo ayer en una soleada tarde madrileña en la que los protagonistas, además del ganador, fueron la memoria y los números rodeados de preguntas como: ¿Qué tanta capacidad real tiene alguien para modificar los recuerdos? ¿Cuál es la responsabilidad civil en los regímenes totalitarios? ¿Dónde empieza la víctima y dónde el verdugo?

Leopoldo Brizuela envió el manuscrito bajo el título de La repetición. Y en él rinde homenaje a Charles Dickens, en el bicentenario de su nacimiento, al haber firmado la obra con el seudónimo de Pickwick, protagonista de la primera y magistral novela del autor británico, un anciano fundador del Club Pickwick que convoca a varios personajes donde cuentan sus peripecias.

Ganadores del premio

Caracol Beach

de Eliseo Alberto, y

Margarita, está linda la mar

, de Sergio Ramírez (ambos ganadores de la primera edición, en 1998);

Son de Mar

, de Manuel Vicent (1999);

Últimas noticias del paraíso

, de Clara Sánchez (2000);

La piel del cielo,

de Elena Poniatowska (2001);

El vuelo de la reina,

de Tomás Eloy Martínez (2002);

Diablo Guardián

, de Xavier Velasco (2003);

Delirio

, de Laura Restrepo (2004);

El turno del escriba,

de Graciela Montes y Ema Wolf (2005);

Abril rojo

, de Santiago Roncagliolo (2006);

Mira si yo te querré

, de Luis Leante (2007);

Chiquita,

de Antonio Orlando Rodríguez (2008);

El viajero del siglo

, de Andrés Neuman (2009);

El arte de la resurrección,

de Hernán Rivera Letelier (2010),

El ruido de las cosas al caer,

de Juan Gabriel Vásquez (2011) y

Una misma noche,

de Leopoldo Brizuela (2012).

Ayer, ese club fue el Alfaguara, donde los invitados llegaron a un salón con 14 mesas, cada una con las portadas de las respectivas novelas premiadas junto a unos floreros con rosas blancas y rojas y liliums de colores. A su alrededor se sentaron directores de cine como Manuel Gutiérrez Aragón, filósofos como Javier Gomá o escritores como Luis Mateo Díez.

Aunque Brizuela es poco conocido en España, en 2010 publicó la novela Lisboa. Un melodrama (Alianza), y ese mismo año fue uno de los autores destacados en la Feria de Fráncfort, dónde Argentina era el país invitado. Otros títulos del ganador son la novela El placer de la cautiva (2001) y el libro de relatos Los que llegamos más lejos (2002). Además es traductor de autores como Henry James, Flannery O'Connor y Eudora Welty. Fue escritor residente del Banff Center For the Arts, Canadá; del International Writing Program de la Universidad de Iowa, y recibió el subsidio de la Fundación Gulbenkian de Lisboa para el estudio de la cultura portuguesa.

Memoria. La celebración de los 15 años y el anuncio del premio empezó con la emisión de un vídeo en el que varios de los escritores que han obtenido el Alfaguara y responsables de la editorial y del grupo PRISA (editor de EL PAÍS), evalúan la trayectoria de este galardón. Se recuperaron también unas imágenes en las que Jesús de Polanco, el fallecido fundador de Santillana y PRISA, afirmaba que “la literatura de España y América Latina están de espaldas unas a otras y con este premio buscamos dar esta fuerza enorme que tiene nuestra lengua común”. Una filosofía que ha continuado y que para Ignacio Polanco, presidente del grupo PRISA, ha servido para convertir el premio “en un referente de primer nivel en el mundo de la literatura en español. En el más internacional de los galardones en castellano”. Juan Cruz, editor de Alfaguara entonces, evocó la gestación del premio, en el que estuvo muy involucrada Isabel Polanco.

Tras la memoria del galardón llegó la memoria que guarda Una misma noche y su propio autor. Llegó la conexión en vIdeoconferencia con Buenos Aires, donde un Brizuela de traje oscuro y camisa blanca esperaba sonriente su intervención. Tras las felicitaciones y los piropos de los jurados, el escritor contó que la novela recrea un hecho que siempre conoció, con lo cual, al escribirlo, realidad y ficción se fundieron en uno solo. El autor hace una inmersión en el terrorismo de Estado de su país iniciado en 1976, con el golpe de la Junta Militar que gobernó hasta 1983. Brizuela ha creado como hilo conductor a un escritor en la cuarentena que vio de niño cómo en 1976 la casa de uno de sus vecinos era atacada por las fuerzas del orden. Tres décadas después, un hecho parecido en la misma casa le hace rememorar el pasado y el papel que desempeñó su padre en todo aquello. A partir de ahí, Brizuela levanta un mapa de una de la épocas más nefastas de la historia latinoamericana con una larga estela en la vida social, política, psicológica y cotidiana.

Números. La actual edición del Premio Alfaguara se puede condensar en seis números: 15, 785, 19, 400 millones, 22 y 8.

15 es el número de la edición, iniciada en 1998, y que ganaron el cubano Eliseo Alberto por Caracol beach y el nicaragüense Sergio Ramírez por Margarita, está linda la mar.

785 es el número de manuscritos recibidos este año y que marca un récord en la historia del premio.

20 son los países hispanohablantes donde se distribuye con mayor fuerza el libro y que visitan la mayoría de los ganadores durante la promoción.

400 millones son las personas que hablan español y que son el primer público objetivo.

22 es el total de idiomas a los que se han traducido las diferentes novelas en sus 14 ediciones.

Y 8 es la hora en la que Leopoldo Brizuela recibió la llamada telefónica con el anuncio del premio. “La misma hora en la que durante un año estuve escribiendo Una misma noche”.

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