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La diseñadora de cerámica

Adriana Bellet diseña y decora vajillas. Admite que en nuestra cultura hay una falta de mentalidad emprendedora y de apoyo social para los nuevos talentos

Adriana Bellet Mager.
Adriana Bellet Mager.RAQUEL PURAS

Adriana Bellet (Barcelona, 1985) tiene su propia empresa, JeezVanilla, de diseño y decoración de cerámicas. Esta publicista titulada, aunque nunca ejerciente, confiesa que la ilustración de vajillas a la que se dedica es producto del lugar, del momento, “y de varias felices consecuencias”.

Después de estudiar la carrera, trabajó en diseño gráfico en Londres, al tiempo que aprovechó para estudiar serigrafía y acabó con un postgrado en diseño de superficies. “Lo dejé todo y viajé un poco más. Llegué a Madrid hace dos años, en plena crisis, así que la decisión de intentar sacar adelante mis diseños fue fácil. Es aquí cuando entran en juego las felices coincidencias y la suerte que tuve de conocer a gente dispuesta a darme una oportunidad, como Inés, de La Casita de Wendy, el interiorista Guille García-Hoz y la emprendedora Merche Grosso, entre muchísimos otros”. Hoy diseña productos para el hogar, sobretodo cerámicas. Imparte clases, ilustra y sigue trabajando en diseño gráfico “de vez en cuando”. 

P. ¿Qué crees que aporta tu propuesta como valor?

Mis cerámicas buscan la interacción con el usuario: me gusta pensar que dan pie a imaginar, a evadirse inventando la historia detrás de la ilustración mientras te tomas un café antes de ir a trabajar o que te invitan a jugar con ellas en la mesa, que hacen el acto rutinario de comer un poco más divertido.

P. ¿Qué posibilidad real ves de poder acceder al circuito estable de la cultura?

Mi respuesta instintiva es "una posibilidad mínima", por lo pequeño que es el mundo de la cultura y lo abarrotado que está de gente talentosa. Pero por otro lado, si me hubieran preguntado hace un año si creía posible hacer la mayoría de las cosas que he hecho, también habría dicho que no. Así que he aprendido a mantener la mente abierta y dejarme sorprender por lo que venga.

P. ¿Cuáles son, a tu juicio, las mayores dificultades para los talentos emergentes?

Para mí la barrera fundamental es la falta de mentalidad emprendedora de nuestra cultura y el consecuente escaso apoyo social, o viceversa. Tarde o temprano te acabas dando cuenta de que por mucho que crear te llena espiritualmente (o como lo quieras decir), a fin de cuentas lo que tienes que llenar es la panza. Todo es un negocio y la creatividad también viene acompañada de un sinfín de números y legalidades, que por falta de preparación y apoyo invariablemente te acaban quemando.

P. ¿Qué beneficios esperas de salir en una plataforma como esta?

Este tipo de iniciativas ya son un beneficio por si mismas: Saber que tu trabajo se valora y que hay una creciente apreciación de las nuevas propuestas, es lo que luego, en esas tardes grises en las que inevitablemente te preguntas porqué no habrás seguido el camino marcado, te animan a perseverar.

P. ¿Con qué herramientas cuentan los talentos emergentes para darse a conocer?

En mi caso la plataforma de Etsy.com ha obrado milagros. Se trata de un portal online para vender tus creaciones que para mí ha sido una bendición, no tanto por las ventas en sí, si no más bien por los contactos internacionales que han surgido a raíz de ello.

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