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Distancia

"Sorprende la reacción de los profesionales de la televisión tras el desplome del futbolista Muamba..."

David Trueba

Ha sorprendido la reacción de los profesionales de la televisión en los instantes posteriores al desplome del jugador de fútbol Fabrice Muamba durante el partido que enfrentaba a su equipo, el Bolton, contra el Tottenham en White Heart Lane. La decisión de abrir el plano y mostrar panorámicas generales, optando por el respeto a la tragedia personal choca contra una sensibilidad ya inoculada entre nosotros, donde lo habitual es hurgar en el drama ajeno como si fuera un derecho que los espectadores se han ganado por la autoridad de asistir en directo al espectáculo. Por otro lado, esa actitud viene heredada de un periodismo triunfante que se considera al margen de cualquier norma, las mismas que exige de manera contundente a los demás actores públicos, en un ejercicio esmerado de incoherencia. Uno de los males mayores del periodismo proviene de considerarse una autoridad superior sobre la conducta social, algo así como jueces y tutores de las costumbres de toda persona en su radio de observación, pero jamás aplicar ese rigor a su acción profesional.

Por eso, que a órdenes del realizador los cámaras de la ESPN se distanciaran de lo que en ese momento estaba pasando, a algunos les sonaría más a autocensura que a respeto profesional. He ahí un buen examen personal para los espectadores. Los que sintieron que les escamoteaban un derecho, los que exigían, allí y en ese momento, presenciar la lucha por la supervivencia del deportista congoleño, atendían a un instinto. Los potentes teleobjetivos se apropiarían de los detalles más angustiosos para que pudieran repetirse una vez y otra en los noticiarios, en portales de Internet y en las redes sociales. Pasado un tiempo, desdramatizada la tragedia por la distancia, la agonía se podría utilizar en vídeos sacados de contexto y llenos de risas, como sucede siempre. Pero la cabeza del realizador funcionó a gran velocidad, con una consigna más constructiva. Mantener una mirada respetuosa e informativa, pero no carroñera. Parece fácil, pero estén seguros de que por la mente de los responsables de transmitir ese momento también cruzaron las tentaciones, el morbo y la obtusa idea del éxito popular. Si la actitud llamó la atención es porque desde hace tiempo nuestros ojos están en otras manos.

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