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'OBITUARIOS'

Erland Josephson, actor fetiche de Ingmar Bergman

Trabajó también con autores como Tarkovski y Angelopoulos

Erland Josephson, actor fetiche de Ingmar Bergman
Erland Josephson, actor fetiche de Ingmar BergmanBERNARDO PÉREZ

El rostro (1958), Pasión (1969), Gritos y susurros (1972), Secretos de un matrimonio (1973), Sonata de otoño (1978)… inolvidables películas de Ingmar Bergman con un hilo común: la presencia de Erland Josephson, unos de los actores más importantes de la historia del cine europeo, presente también en algunas obras legendarias de Andrei Tarkovski. Josephson, que padecía párkinson, murió el pasado sábado 25 de febrero, a los 88 años, en su ciudad natal, Estocolmo.

Erland Josephson, nacido el 15 de junio de 1923, es paradigma de un tipo de cine hoy casi desaparecido, enterrado entre superproducciones y aspavientos. Quizá predestinado a los caminos artísticos, Josephson creció en una familia vinculada a los entornos culturales suecos, y debutó como actor en las tablas del teatro, en las que entablaría amistad con Ingmar Bergman, su futuro mentor cinematográfico. El hecho de debutar en el cine a las órdenes del maestro dejaría una huella indeleble, pese a que en su primera película, Llueve sobre nuestro amor (1946), Josephson solo apareciese un instante en pantalla y sin acreditar. Poco a poco, su presencia en el cine del maestro cobraría importancia, desde pequeños papeles en filmes como La hora del lobo (1968) hasta personajes memorables como el doctor de Gritos y susurros (1972).

Una de las cumbres interpretativas de Josephson, quizá su trabajo más recordado por los aficionados, llegaría con Secretos de un matrimonio. Su poderosa voz, su sólida presencia y la riqueza de sus matices deslumbran en esta obra inimitable, concebida originalmente como serie televisiva, en la que Josephson y Liv Ullmann se aman y se odian a lo largo de cinco horas de metraje, en secuencias que alternan lo sosegado y lo convulso. Josephson convirtió en carne la angustia existencial, la neurosis afectiva de toda una generación, gracias a un personaje que retomaría 30 años más tarde en Saraband (2003), la última película del maestro Bergman. Sería precisamente Liv Ullmann quien, en un jugoso juego metacinematográfico, convirtiese en la pantalla a Josephson en el propio Bergman, en Infiel (2000), dirigida por la actriz a partir de un guión autobiográfico del propio cineasta.

No solo de Bergman vivió el talento de Erland Josephson, que trabajó también con cineastas como la polémica Liliana Cavani en Más allá del bien y de mal (1977) —donde interpretaba nada menos que a Nietzsche—, Dusan Makavejev en Montenegro (1981) y el recientemente fallecido Theo Angelopoulos en La mirada de Ulises (1995). También con otro gigante como Andrei Tarkovski, en sus dos últimas películas, dos filmes capitales en la historia del cine europeo, las demoledoras Nostalgia y Sacrificio.

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