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Tentaciones
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Música

Miles Kane telonea a The Arctic Monkeys

Miles Kane afirma que "Habrá un nuevo disco de The Last Shadow Puppets". Hoy en Madrid y mañana en Barcelona, como telonero de The Arctic Monkeys, presenta su disco de debú en solitario, 'Colour of the trap'.

Xavi Sancho

Hasta primavera del pasado año, Miles Kane (The Wirral, 1986) era ese tipo cuyo principal mérito parecía facilitar una vía de escape a Alex Turner, con quien tres años atrás había creado The Last Shadow Puppets, uno de los proyectos más sorprendentes (por casting y por resultados) de la segunda mitad de la pasada década. El poco éxito logrado con su primera banda, The Little Flames, y lo mal aprovechada que estuvo su media hora de fama con The Rascals hacía sospechar que este tipo nacido en un pueblo cerca de Liverpool iba a pasar a la historia como otro de aquellos músicos que siempre son dama de honor, nunca novia. Pero su primer largo en solitario, Colour of the trap (Sony BMG) refutaba toda duda sobre su talento. Como una especie de Paul Weller del siglo XXI, Kane rastrea el pasado del rock británico y extrae de él todas aquellas ideas ajenas que puede convertir en suyas, entregando un disco que tiene en la gran virtud de ser retro sin ser nostálgico, de estar lleno de referencias y guiños sin parecer un ripio. A veces, se sitúa tan cerca de los gigantes (Davies, Lennon, Weller) que parece diminuto, pero cuando es capaz de apartarse un poco y dejar correr el aire, el resultado es sobresaliente. Ahora llega a España, (27 de enero, Madrid, Palacio de los deportes; 28 de enero, Barcelona, Palau Sant Jordi) para ser telonero de Arctic Monkeys, que presentan su mejor disco y el de su mejor amigo.

P. ¿En qué se parece y en qué se diferencia Colour of the trap al disco que tenías en la cabeza antes de entrar en el estudio?

R. Se parece en la básicos que quería que sonaran los temas. No deseaba cambios de ritmo bruscos, ni florituras, ni exhibicionismo. Es diferente en cuanto suena mucho mejor de lo que esperaba y, sobre todo, más cohesionado de lo que podría esperarse de un disco que contiene temas que han sido escritos durante más de dos años.

P. ¿Cuáles fueron tus referentes a la hora de poner en marcha el disco?

R. No te voy a engañar. Jamás he escondido que me encantan bandas como Oasis, o que Paul Weller es una enorme influencia en mi música. Cada parte del disco llega inspirada por alguien y luego reconvertida a lo que soy yo como músico. Jamás fui uno de esos chavales que a los 14 años tienen ya un montón de discos de bandas ignotas y conocen la historia del rock alternativo al dedillo. Yo he ido a mi ritmo.

P. ¿Es cierto que, antes de guitarrista en The Little Flames, fuiste saxofonista en una banda de Instituto?

R. Sí, tío. Y no lo hacía mal, lo que pasa es que se me ha olvidado. Me estoy planteando seriamente rescatarlo para mi segundo disco.

P. ¿Cómo era tu primer grupo?

R. Fue en el colegio. Nadie aparecía nunca en los ensayos y tampoco pagaba el alquiler del local. Así, cada fin de mes mi madre me metía en su coche e íbamos a casa de cada uno de los miembros del grupo a pedirles el dinero.

P. ¿De verdad te propusieron unirte a los Arctic Monkeys?

R. Fue en broma. Ahora mismo no me planteo unirme a ninguna banda. Eso sí, si existe algún grupo en el mundo del que me sentiría cómodo formando parte, ése es Arctic Monkeys. Son colegas, y lo que echo de menos de Rascals o Little Flames es ese ambiente de camaradería.

P. ¿Habrá una nueva entrega de The Last Shadow Puppets?

R. Sin duda. Lo único es que debemos encontrar un hueco para juntarnos. James Ford (Simiam Mobile Disco, productor del álbum de la banda) tiene ganas de volver a trabajar con nosotros y Alex y yo llevamos tiempo discutiendo sobre cómo debería ser el disco. Íbamos a juntarnos este año pasado, pero los compromisos de cada uno no lo permitieron. Ahora yo me voy a centrar en mi segundo disco en solitario y Alex, en el próximo de Arctic Monkeys. Después de eso, vendrá el de Last Shadow Puppets.

P. ¿Qué significó el éxito de la banda para ti?

R. He de admitir que me dio a conocer. Para Alex igual fue una liberación, para mí, más bien una revelación.

P. ¿Cuál es tu relación actual con Alex?

R. Es mi hermano, tío.

P. Has colaborado con muchos artistas y todos parecen usar bonitas palabras para referirse a ti… ¿Sientes que eres uno de esos músicos que gusta, sobre todo, a otros músicos?

R. Siempre es bonito que gente a la que admiras hable en términos elogiosos de ti, pero un músico aspira a gustarle a la gente, no a sus compañeros, o a los críticos.

P. ¿Qué ha sido lo más complicado de emprender una carera en solitario?

R. A veces, te sientes algo solo y puede resultar complicado no tener un hombro en e que apoyarte, un colega con el que ir al pub tras un día de grabación para pasarte ahí horas bebiendo y discutiendo pequeños y ridículos detalles de las canciones. En este aspecto, Alex ha sido importante. Lo mismo Gruff (Rhys, Super Furry Animals), o incluso Noel Gallagher. Gruff es un tipo genial y su implicación en los temas que ha producido ha sido enorme. Noel, bueno, es una maldita leyenda. Cuando un tipo así aparece en el estudio y canta un tema tuyo, más que ir al pub a tomarte una pinta, quieres llamar a una supermodelo para beber champán, tío.

P. Has colaborado con Noel y has girado con Liam y sus Beady Eye. ¿Vas a ser el tipo que reúna a Oasis?

R. No, tío, demasiada responsabilidad. En eso no me meto. Eso sí, Definitely maybe es tal vez uno de mis discos preferidos de toda la vida.

P. ¿Telonear a bandas como Beady Eye o Arctic Monkeys tiene realmente un reflejo en las ventas del disco? ¿La gente está realmente pendiente de ti?

R. No lo sé. Espero que sí, pero estas cosas son muy complicadas de medir hoy en día Lo que sé es que con Beady Eye gané confianza. Llevaba poco tiempo en solitario y ellos me ayudaron mucho. Con los Monkeys es como ir de fiesta con los colegas.

P. ¿Será mejor la música cuando los grupos descubran que ya no van a vender más millones de discos, se relajen y se dediquen a pasárselo bien?

R. Pues igual sí, tío. La cosa está jodida. Más que nunca, lo importante es divertirse mientras dure. Yo me lo estoy pasando de muerte.

P. ¿Te arrepientes de haberle dicho no a Sam Taylor Wood cuando te ofreció el papel de John Lennon en su film Nowhere boy?

R. No me veía capaz, tío. Además, estaba muy liado con la música. Fue raro decir que no a ser John Lennon. Suena raro.

P. En Awaydays, el film basado en el gran libro de Kevn Sampson, estabas enorme…

R. Fue genial convertir a los Rascals en Echo and The Bunnymen, pero eso de tener que decir una frase ya no me gustó. Creo que si debo diversificar, me dedicaré a la moda, no al cine.

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Sobre la firma

Xavi Sancho
Forma parte del equipo de El País Semanal. Antes fue redactor jefe de Icon. Cursó Ciencias de la Información en la Universitat Autónoma de Barcelona.

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