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"Nuestra meta no es el clásico"

José Carlos Martínez desvela sus planes al frente de la CND

José Carlos Martínez.
José Carlos Martínez.BERNARDO PÉREZ

La herencia más importante que Nacho Duato ha dejado a la Compañía Nacional de Danza (CND) supone un legado en negativo: desde julio de 2011 el coreógrafo ha prohibido que la CND baile sus trabajos, que ha cedido al Teatro Mijáilovski de San Peterburgo, del que actualmente es director artístico.

Sin embargo, José Carlos Martínez (Cartagena, 1969) dice que se siente "ilusionado y sorprendido" casi un mes después de tomar posesión de su cargo como nuevo director de la CND. "Los bailarines que están actualmente en la compañía tienen grandísimas posibilidades. Siempre me habían dicho que con el capital humano con el que contaba solo podría hacer piezas contemporáneas... Pero llevan 15 días trabajando y veo unas grandes posibilidades de evolución", afirmó ayer el coreógrafo y bailarín, que llega a Madrid después de 14 años triunfales en la Ópera de París.

El asunto espinoso de su sucesión lo tiene claro: "Hay que dejar que pase el tiempo y ya veremos en el futuro. Mi opinión no cuenta mucho aquí. Es algo entre Nacho (Duato) y el Ministerio de Cultura. Existe la ley de la propiedad intelectual y las coreografías son suyas. Puede decidir lo que quiera, pero me parece una pena para el patrimonio español. Nacho es un coreógrafo muy importante y tendrá las puertas de la sede abiertas. Si en algún momento cambia de opinión, estaré encantado de programar sus piezas. Es algo que depende de él".

Al prescindir de Duato -cuyas obras han nutrido básicamente la CND durante las dos décadas que estuvo al frente-, el Ministerio de Cultura decidió abrir la compañía a estilos más allá del contemporáneo.

El hombre elegido para capitanear esa transformación fue José Carlos Martínez: "Siempre me preguntan que cuándo vamos a hacer un Lago de los Cisnes. Ese no es el camino que va a recorrer la compañía. La meta no es hacer clásico, no. La meta es llegar a tener propuestas interesantes en todos los campos. Vamos a seguir bailando piezas en el mismo estilo y la misma línea que se ha seguido hasta ahora y poco a poco ir ampliando y abriendo puertas. Puertas que tienen que ir igualmente hacia cosas vanguardistas y de riesgo, como a piezas neoclásicas y clásicas. Quiero que las zapatillas de punta vuelvan a la CND, pero lo digo como elemento de trabajo para coreógrafos, aunque sean contemporáneos. Creo que hay una incomprensión en España: las puntas no han de ir ligadas siempre al tutú y al Lago de los Cisnes".

Con esta premisa Martínez desveló ayer las obras que interpretará la CND en el próximo año. Extremely close, de Alejandro Cerrudo, coreógrafo español residente de la Hubbard Street Dance de Chicago; Walking Mad, de Johan Inger, y Artifact II, de William Forsythe, para principio de año. A partir de junio, una temporada dedicada al coreógrafo checo Jirí Kylián. Todo contemporáneo.

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