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'Shame', favorita al León de Oro

Las apuestas dan como ganador al filme de Steve McQueen.- Fassbender, favorito a la Copa Volpi

Venecia toca ya a su fin, de hecho se acabó el lunes, justo cuando empezó el desembarco italiano y las películas menores colonizaron el festival (con notables excepciones al margen de la sección oficial, como la española Eva). Ahora llega la hora de premiar a lo mejor, lo que no quiere decir que se premie lo mejor, simplemente que debería ser así.

El jurado presidido por el realizador Darren Aronofsky va a tener mucho trabajo, porque la presente edición de La Mostra ha gozado de un nivel altísimo y los candidatos se cuentan de tres en tres. La favorita ya desde el momento de su proyección es Shame, del británico Steve McQueen, que demostró que riesgo y calidad pueden ir de la mano y que el atrevimiento visual es compatible con una definición narrativa más o menos clásica. También es difícil que se vaya de vacío Michael Fassbender, un actorazo que ha estado en la competición por partida doble (en la mencionada Shame y en Un método peligroso, de David Cronenberg) y que roza la Copa Volpi con las yemas de los dedos.

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La rumorología coloca en esa misma carrera a Gary Oldman, por su fantástica performance en la no menos fantástica El topo, y a Christopher Waltz por Un dios salvaje, magnifica adaptación de la obra de Yasmina Reza a cargo de Roman Polansky. Éste último también suena para el premio al mejor director junto a David Cronenberg y George Clooney, cuya película The ides of March estaría también en la carrera por el León de Oro. Lo dice la prensa italiana, que en las últimas horas ha sacado a colación el interés del jurado por la cinta de Aleksander Sokurov, Fausto, que podría ser el tapado de esta edición.

Esa misma prensa descarta que cualquiera de las películas locales a concurso pueda aspirar a premio y suman al reparto del filme de Polanski, y a los actores Viggo Mortensen, Ryan Gosling o Carey Mulligan en las diferentes luchas por los galardones interpretativos. Todo ello en la que sin duda ha sido la mejor edición de la década para un festival trufado de películas notables y excelentes (impresionante la cosecha anglosajona) donde solo han desentonado algunos desvaríos asiáticos y la cosecha italiana, una cinematografía que no levanta cabeza. A partir de las siete, los premios.

El director del festival, Marco Mueller, posa junto a los miembros del jurado: Mario Martone, Darren Aronofsky, David Byrne, Todd Haynes, Alba Rohrwacher, Eija-Liisa Ahtila y Andre Techine.
El director del festival, Marco Mueller, posa junto a los miembros del jurado: Mario Martone, Darren Aronofsky, David Byrne, Todd Haynes, Alba Rohrwacher, Eija-Liisa Ahtila y Andre Techine.TULLIO M. PUGLIA (GETTY)

"Lars Von Triers no ganó en Cannes por su bocaza"

Johnny To hablaba con EL PAÍS de su nueva película, Life without principles, un cuento de final feliz sobre la codicia y otros demonios que el director de Hong Kong considera un cambio en su carrera, (conocida hasta ahora por sus magníficas incursiones en el cine de acción), pero no se podía desaprovechar la oportunidad para preguntarle por aquella decisión que se produjo en mayo en Cannes. To formaba parte del jurado que premió El árbol de la vida, la película de Terrence Malick, y muchos se cuestionaban si el resultado habría sido el mismo si Lars Von Trier no hubiera decidido que quería quedar en ridículo y se lanzara a soltar chorradas a diestro y siniestro sobre Hitler y demás memeces.

"Mi película favorita era Melancolía, pero Lars tiene la boca muy grande y algunos miembros del jurado estaban molestos con sus declaraciones. A mi me daba igual, por supuesto que conozco a Hitler, pero no soy europeo así que no me afectaba como a los demás. Supongo que si hubiera dicho algo similar con los japoneses sí que me habría importado" contaba el de Hong Kong, estoico, puro en mano.

"Aún no sé si me gustó El árbol de la vida, al principio pensaba que estaba viendo un especial de National Geographic pero después se me quedo la película en la cabeza y ha resistido allí. Aun así, sigo sin saber si me gusta o no". To remató su declaración con su extrañeza por el funcionamiento del jurado en Cannes y las diferencias con La Mostra: "Teníamos a Gilles Jacob todo el día con nosotros a la mesa y el día de la deliberación nos metía mucha prisa. En Venecia todo es mucho más relajado: nos llevan a una isla, nos dejan allí y cuando ya hemos decidido regresan a buscarnos, pero podemos estar hasta medianoche hablando sin ningún problema". Cuando se le inquiere qué hubiera pasado en Cannes y si Lars Von Trier hubiera podido ganar sin esas declaraciones To sonríe y mientras afirma con la cabeza dice: "Lars... que bocaza".

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