_
_
_
_
_
Reportaje:

Una seducción acústica

Sónar cuida al milímetro la instalación sonora de su recinto de noche

A las tres y media de la mañana, el escenario principal de Sónar en la Fira de Barcelona, puede alojar a unas 20.000 personas. Esos individuos en movimiento esparcidos por una sala de 8.250 metros cuadrados son a esa hora obstáculos para las ondas del sonido. Son complicaciones para que las frecuencias que en ese momento emite, pongamos por caso, la música de Aphex Twin lleguen, precisamente, a ellos mismos. Conseguir que el sonido alcance con la misma intensidad y claridad a todos los espectadores es una obra de arte de la ingeniería. El encargado desde hace 13 años de que nada falle, Pedri González, utiliza desde entonces un complejo montaje sonoro para que todo suene perfecto. "El sónar es un puzzle audiovisual complicadísimo", proclama. Un rompecabezas sonoro donde, además, hay que encajar 41 pantallas de proyección led, 36 mesas de mezclas, 32 aparatos para pinchar con CD y 70 giradiscos. Ahí es nada.

Más información
"Odio al público"
La banda sonora de la catástrofe
El Sónar mira por el retrovisor
"Me gusta que digan que lo que hago es música a cámara lenta"
"Hay que mantener una imagen, un sentimiento o una melodía en la cabeza"
"Lo importante no es el 'dubstep', si no lo que se está creando ahora"
Un eclipse solar en pleno Raval
Irrepetible Aphex Twin

En tiempos de competencia feroz y limitados presupuestos, cualquier detalle que distinga a un festival de otro es decisivo para hacer decantar la voluntad de un artista hacia un evento u otro. Y una de las bazas con las que cuenta Sónar es el cuidado del sonido. "Hay unas particularidades en cómo está distribuido y cómo se regula durante la noche. En un concierto convencional el sonido sale de los altavoces que hay a cada lado del escenario. Es una cuestión de potencia para que el sonido atraviese todo el aire del recinto y la masa de público que haya. Eso implica que el sonido no siempre es igual. En Sónar de noche, en cambio, está distribuido con altavoces por todo el espacio y siempre te llega la misma potencia y calidad y la misma distribución de graves, agudos...", explica Ricard Robles, codirector del festival.

Pero la manera en que los altavoces (867000 vatios en total) escupen el sonido va variando a lo largo de la actuación. "Al mismo tiempo hay distribución de microfonía que mide temperatura, humedad y cantidad de público. Toda esa información se recoge y se procesa para que se ajuste todo el tiempo el sonido durante toda la noche. En Sónar de noche necesitas una configuración conforme con los materiales, metros cúbicos... Hay una gran suma de variables para que lo que el artista necesita", señala Robles. "Los shows de Chris Cunningham, Cyclo, Underworld, Magnetic Man. ... de este año tienen el mejor set up posible. Ellos saben que en Sónar pueden hacer el mayor despliegue posible. Saben que aquí tendrán lo mejor. Plastikman siempre espera para hacer su mayor despliegue aquí". M.I.A estrenará hoy un show en Sónar y Magnetic Man, por ejemplo, vendrá con toda su infraestructura posible.

Sónar de día tiene un sistema convencional de sonido, es decir, una única fuente de sonido que sale del escenario. Pero por la noche, en los recintos abiertos (como Sónar Pub) se complica la cosa. "En espacios abiertos el movimiento de aire es como una manta delante de un altavoz poniéndola y quitándola. Ahí es cuando hay que regularlo constantemente. Hay festivales al lado del mar, por ejemplo, que tienen un cambio de frecuencias brutal. Es muy difícil que ahí se pueda oír bien", explica Pedri González, el director técnico del festival. "Esto es como una iglesia. Tiene muchos altavoces porque hay mucha reverberación. La única manera es tener las cajas cerca del público, para que precisamente ellos creen el efecto contrario", insiste.

Todo se complica más cuando en Sónar, donde estos días hay desplegados 1.200 kilómetros de cable (la distancia entre Madrid y París), no hay prácticamente interrupción entre una actuación y otra. La música nunca deja de sonar. Eso, obliga a hacer todas las pruebas de sonido por las mañanas con cada uno de los artistas. Además, esos test se realizan en su versión total. Es decir, a diferencia de otros festivales, explica González, los artistas prueban con todos los instrumentos y con sonido de escenario. "Al tratarse de espectáculos muy complejos -muchas veces los artistas traen su mayor despliegue al festival- no se puede hacer un simple line-check (probar que todo está conectado) de 10 minutos", explica González.

Controles de luz y sonido en el Sónar
Controles de luz y sonido en el SónarEFE
Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_