Los productores premian a 'Buried' como mejor película española del año
EGEDA, la entidad de gestión de derechos del audiovisual, entrega sus galardones en una gala centrada en las canciones del cine
Si los Globos de Oro dan pistas sobre los Oscar, los premios José María Forqué, que entrega EGEDA (la entidad que gestiona los derechos de los productores audiovisuales) también señalan hacia dónde van los Goya... Por lo menos en sus últimas ediciones. Esta noche se han entregado en una gala repleta de números musicales, que para eso homenajeaba las canciones del cine español, los galardones José María Forqué (dos dedicados a producciones, que votan sus 1.500 asociados; dos de interpretación, que elige la prensa especializada; y uno dedicado a toda una carrera) a un mes de los trofeos que entrega la Academia del cine.
Y si vale como para ver cómo respira el cine español, en su 17ª edición, los premios Forqué reconocieron a Buried, que no era la favorita, como mejor película, derrotando a Lope, Entre lobos, Pa negre y También la lluvia. Su director, Rodrigo Cortés, aprovechó la recogida del premio para agradecer el esfuerzo de sus productores y recordar el pronto lanzamiento de su thriller en DVD "para los pocos que aún no han sabido cómo descargársela".
Bicicleta, cuchara, manzana, de Carles Soler, se llevó el galardón a mejor película documental -esta lo es- o de animación; y el productor Luis Megino (responsable de las películas de Manuel Gutiérrez Aragón en los ochenta, y de Mi querida señorita o Las truchas) recibió el homenaje de sus compañeros. Los premiados en interpretación fueron Nora Navas (Pa negre) y Emma Suárez (La mosquitera), ex aequo a la mejor actriz del año (se quedó sin trofeo Belén Rueda); y Luis Tosar (También la lluvia), que derrotó a Eduard Fernández y a Unax Ugalde.
La gala fue larga, muy larga, repleta de números musicales en el madrileño Palacio de Congresos. Por el escenario pasaron El Langui, Tony Zenet, Miguel Poveda, José Mercé o Dulcinea Juárez (ella cantó La vida es una tómbola, y se la dedicó al recién fallecido Augusto Algueró) en una ceremonia que tuvo a Alex O'Dogherty como maestro de ceremonias. La alfombra roja quedó algo deslucida porque a la misma hora se entregaban en Barcelona los premios Gaudí, otorgados por la Academia del cine catalán: algunos equipos, como los de las películas Pa negre o Bicicleta, cuchara, manzana, tuvieron que desdoblarse.
En su discurso, Enrique Cerezo, presidente de EGEDA, insistió en la buena salud del cine español, solo turbada por las descargas de Internet: "Luchar contra el todo es gratis es imposible. ¿Son gratis las líneas ADSL?". Adujo que ahora "solo hay un bien jurídico a proteger: nuestra propiedad intelectual"; apoyó a la ley Sinde y en especial a la ministra; pidió cambiar el término "pirata", que puede tener cierto encanto, "por expolio y robo", y reclamó la necesidad de unidad de las fuerzas políticas españolas. En un inciso, recordó al recién fallecido Augusto Algueró. Estaban presentes la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde; el director del ICAA, Carlos Cuadros; el vicepresidente primero de la Comunidad de Madrid, Ignacio González; el presidente de los productores FAPAE, Pedro Pérez; y el presidente de la Academia del cine, Alex de la Iglesia. González-Sinde también habló en su discurso sobre la piratería, pero solo un instante, antes de entrar a alabar la variedad (las cinco películas candidatas estaban rodadas en tres idiomas, además de las partes en quechua de También la lluvia) del actual cine español y envió un mensaje de optimismo y de orgullo a la industria.
