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Un invitado que no molesta

La exposición 'Huésped', que lleva obras de la colección permanente del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, llega a Buenos Aires

Los italianos dicen que el huésped, como el pescado, a partir del tercer día huele mal. En este caso, el invitado es un conjunto de obras de arte, parte de la colección permanente del Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (Musac), y el anfitrión Museo Nacional de Bellas Artes de Argentina (MNBA). No hay forma de que este ocupante excepcional moleste. La exposición lógicamente se llama Huésped y, hasta el 30 de agosto, llevará un trocito de una institución de modernidad radical al público bonaerense de la mano de su comisario, Rafa Doctor.

La obra de 40 creadores contemporáneos de procedencias y lenguajes de lo más variado recorrerá literalmente las salas del MNBA, una antigua casa de bombas de la distribuidora de agua convertida en pinacoteca. "El visitante se irá encontrando con piezas de Huésped a medida que visita nuestra colección permanente", explica el director del museo argentino Guillermo Alonso. Agustín Pérez Rubio, director en funciones del Musac, describe como algo mágico esta integración. "Hay un retrato de Frida Kahlo de Yasumasa Morimura que, cuando la gente del Museo Nacional de Bellas Artes lo vio colgado en una sala llena de vírgenes con las paredes bermellón, dijeron: 'esto se queda acá", comenta. Para el director de la institución argentina, esta extraña coincidencia refleja la "permanencia de ciertas ideas y maneras de sentir humanas a lo largo de la historia".

El aperitivo con el que los visitantes se encuentran en el salón de entrada resume el espíritu híbrido del proyecto. Cover es un mural que un joven artista argentino, Matías Duville, creó en el Musac y que ahora se puede ver en Buenos Aires por primera vez. Los artistas Silvia Prada y Enrique Marty también han realizado murales in situ adaptados al espacio expositivo. Marty además lo hizo ante los ojos del público. "Cada día había 50 ó 60 personas extasiadas mirándole pintar", recuerda Alonso, un admirador confeso de la colección del museo leonés.

Desde la entrada y hasta el pabellón externo se distribuyen los inquietantes y delicados dibujos de Marcel Dzama, los vídeos de Hiraki Sawa, las portadas retro de Dr Lakra, las desoladoras fotografías de Allan Sekula o las relecturas de la figura de Frida Kahlo de la artista Yasumasa Morimura.

Huésped no tiene una temática particular sino que pretende ser un escaparate de la colección del Musac o un texto que recoge su discurso, además de que es la primera de las experiencias al otro lado del Atlántico que tiene planeadas el museo leonés. Las pinturas del paisajista romántico Jenaro Pérez Villaalmil, alojadas en la colección del MNBA, convivirán —con estupor, seguro, si las pinturas pudieran sentirlo— con los monstruos híbridos de la palentina Marina Núñez o con los vídeos de figuras en perpetuo movimiento del londinense Julian Opie. Las salas del museo también albergan obras de Manet, Monet, Frida Kahlo o Gauguin. En septiembre, la muestra se trasladará a la ciudad argentina de Rosario, donde las obras se exhibirán entre su Museo de Bellas Artes y el Centro Cultural de España.

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