El amor reina en los microrrelatos enviados por los lectores a ELPAÍS.com

"Cada vez que pienso en ti me tropiezo con tu ausencia. ¿Cómo puede ser tan sólido el hueco que has dejado?". Éste es uno de los microrrelatos que ha publicado en su especial del Día del Libro ELPAÍS.com en una convocatoria que ha tenido una respuesta masiva. Más de 2.000 microrrelatos han llegado en apenas una semana a la redacción. De ellos se han publicado cerca de 300, los más interesantes e ingeniosos. El amor / desamor, tema eterno, y la tremenda crisis económica, asunto recurrente en toda conversación, predominan en los temas elegidos por los internautas. Son malos tiempos, pero no para la lírica.

¿Qué es un microrrelato? Según Babelia, el suplemento de libros de EL PAÍS, se trata de "un redescubrimiento que ensancha la literatura a través de la experimentación. Un arte que promete la máxima intensidad en la mínima extensión". Hay maestros del género, José María Merino, por ejemplo, para quien el que un texto de ficción sea breve no implica que sea un microrrelato: "Debe tener sustancia", decía en una entrevista en EL PAÍS de septiembre de 2007. "Está muy cercano al aforismo, a la poesía, pero con movimiento", añadía el escritor leonés.

El especial del Día del Libro de ELPAÍS.com ha preguntado a varios escritores de éxito por sus libros favoritos

Otra experta en esta materia de la brevedad es la argentina Ana María Shua, quien señalaba en otra entrevista a este periódico que el microrrelato "es un género que se adapta muy bien a Internet".

Olvido y abandono

Mucho olvido y abandono amoroso entre los textos enviados: "Amanece. El sol quiere entrar por la ventana. Pero no comprende que en esta habitación, desde que ella se fue dejándome olvidado, la luz solamente oscurece". O bien: "Al despertar, miro tu foto en la mesilla para no olvidar que soy feliz contigo; por las noches, al llegar a casa, busco de nueva esa imagen para no tener que mirarte a la cara". Se ha escrito mucho sobre las relaciones: "Llegué a tu corazón dentro de una tarde. Teníamos sol y sombra, paseos y pereza, viento y velas, cenas. Meses después dejé tu ciudad a la puesta del sol. Te iba a olvidar, pero las tardes no me dejan".

La crisis económica ha tenido un amplio espacio: "La suerte que tienen los pobres es que no pueden darse cuenta de lo cara que se ha puesto la buena vida"; o "El capitalismo nos prometió un infinito campo de espigas doradas... lástima que decidieron edificarlo".

Los hay también mixtos: de crisis y engaño amoroso. "Atrévete y cuando en el ascensor te pregunten cómo va todo, suspira y cuéntales tus males, que la vida es una mierda, tu novio te engaña y estás en el paro. Haz que el otro desee hablar del tiempo". Por supuesto, no han faltado notas de humor, como el titulado Epitafio de un vinilo: "Tanto rayarme para esto" o el que dice "Me he quedado desconsoladamente solo. Tic ha muerto. Firmado: Tac". Y de pasión: "Oía en la caracola de su sexo rumores de olas de antiguos amantes".

Libros favoritos de escritores

El especial del Día del Libro de ELPAÍS.com ha preguntado también a varios escritores de éxito por sus libros favoritos. Así hemos sabido que la obra preferida de Ildefonso Falcones es Sinuhé el egipcio y que está leyendo La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina, de Stieg Larsson. También nos hemos enterado de que Fernando Savater está leyendo Una vida divina, del francés Philippe Sollers, y que las Meditaciones de Marco Aurelio es el libro de cabecera de Ángela Vallvey.

Asimismo, los internautas han votado en el especial por algunos de los libros del momento. Coinciden con Falcones, les gusta La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina. Además, han elegido entre una lista de escritores. Se quedan con el autor de Chesil Beach, Ian McEwan, Ana María Matute y Juan Marsé, quien recogió en el Día del Libro el Premio Cervantes. Del autor de Rabos de lagartija se incluye en el especial una semblanza , acompañada de una fotogalería con todos los autores galardonados con el Cervantes.

Y para acabar, lo suyo es hacerlo con un microrrelato, el titulado El más micro de los relatos y que sólo tiene una palabra: "Fin".