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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La muerte infinita del blues madrileño

Una 'jam session' a favor de la reapertura del Bogui Jazz junta en Madrid a grandes nombres del 'blues' en España

Hace muchos años Joe Strummer y sus Clash cantaban aquella triste confesión punk de "luché contra la ley pero la ley ganó". Suele ser así, aunque a veces la ciega balanza pierde precisión o dioptrías. Es pronto para saber si el Bogui Jazz vencerá a la ley (el local está clausurado por un expediente municipal) o se verá defenestrado como tantas otras iniciativas culturales en Madrid. Mientras sigue la batalla por reabrir el local, el Bogui lucha desde la distancia de su hogar. Ayer ofrecía una jam session de blues por todo lo alto en La Boca del Lobo, sede alternativa de los forofos del Bogui. Sobreponerse o morir. A su favor que el blues siempre estuvo muerto y nunca lo mataron. Algunos de los grandes nombres de este arte como Skipp James pasaron décadas en el ostracismo, otros murieron sin ver un dólar en beneficios.

En Madrid el blues goza de toda la buena salud de la que puede gozar un enfermo terminal que nunca muere. Locales como La Coquette, el Moe, el Populart o el Junco programan blues con frecuencia y calidad. Ayer se reunieron en el barrio de Huertas muchos de los grandes nombres madrileños para clamar contra el cierre del Bogui.

Y por esa solidaridad bluesera ayer se juntaron en Madrid todas sus grandes estrellas. Convocaba César Merino, encargado de prensa del Bogui y que juntó en la sala a más de 20 músicos que se fueron dando paso unos a otros. Empezaron Los Reyes del KO con Javi Vacas al bajo, el de Los Coronas y Sex Museum fue una constante toda la noche en una exhibición de talento musical. Comenzaron con Cool cool mama o La Paloma y en media hora habían demostrado que son una de las mejores formaciones jóvenes de este país, talento, inspiración y un sonido definido y asentado. Su relevo lo toma Jairo de La Vaca Azul poniendo un toque más rockero. Jairo dio paso a la formación completa de Killing Jazz que más tarde cedían micro a Red House, otros veteranos de la noche madrileña.

Pasaba el tiempo y se iban mezclando los músicos en un derroche de talento, diversión, amistad y pasión por una música que levantaba los ánimos de lunes de una sala abarrotada. Les tocó el turno a Juan Bourbon, Juan Scott y Juan Beer con una vuelta a las raíces más clásicas de blues y otra lección de armónica. La noche seguía avanzando entre humo, sudor, blues y el "Free Bogui" que se repetía en la sala. Le pasaron el micro a Fede Aguado, uno de los más salvajes exponente del blues del delta del Manzanares y uno de los pocos músicos en cantar en castellano y en invitar a una guitarrista al escenario. Por petición popular subió al escenario Ñaco Goñi un master class de la armónica blues. Habían volado tres horas, tocado más de 20 músicos y aunque la madrugada había mandando público a la cama todavía quedaba un último pase de los Reyes del KO y una foto de familia de una de las mejores noches de blues que ha vivido el foro.

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