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Actriz, hija y madre de actores

La Academia de Cine homenajea a María Isbert tras más de ocho décadas sobre el escenario

"Emocionada y agradecida", la actriz María Isbert ha recibido hoy en la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas la placa que la reconoce, a sus 91 años, como miembro de honor de esta institución, que le ha rendido homenaje por sus casi ocho décadas de carrera en el cine, la televisión y el teatro.

Desde su debut en la obra dramática Nuestra Natacha, en 1936, en la que compartía reparto con su padre, Pepe Isbert -junto al que trabajó a lo largo de ocho años en su compañía teatral-, María Isbert se ha convertido en una de las más prolíficas actrices españolas, con más de 250 títulos a sus espaldas. "En el teatro siempre he sido muy feliz, ahora estoy muy vieja y lo echo de menos, pero lo revivo otra vez a través de la memoria", ha comentado la actriz, a la que han acompañado sus hijos y amigos

como Manuel Alexandre, Pepe Sancho, Alvaro de Luna, Teresa Rabal o Tito Valverde.

Fue de la mano de Juan de Orduña cuando la madrileña se inició en la pantalla grande con la cinta La vida empieza a media noche, a la que siguieron otros filmes como La gran familia, Milagro en Londres, ¡Cómo está el servicio! o Amanece que no es poco, hasta su última aparición en el cine con la película de Javier Fesser La gran aventura de Mortadelo y Filemón. Sin embargo, la actriz no ha abandonado a su "segunda familia", la profesional, y continúa delante de las cámaras preparando, según ha explicado su hijo, Tony Isbert, "un cortometraje y una película para televisión, aunque todavía no se puede decir cómo van a llamarse".

Especialista en papeles cómicos

Especializada en papeles cómicos -aunque no por ello dejó de lado las interpretaciones dramáticas-, la actriz ha agradecido a sus compañeros de profesión el emotivo homenaje en el que la presidenta de la Academia, Ángeles González Sinde, ha apuntado la necesidad de reconocer "a la saga de los Isbert, una familia que enlaza con los principios del cine en nuestro país".

Y es que la actriz ha intervenido en cintas tan memorables para la historia cinematográfica española como Viridiana, de Luis Buñuel; El verdugo, de Luis García Berlanga, o La guerra de papá,de Antonio Mercero, además de protagonizar sobre las tablas obras que le valieron su reconocimiento en todo el país, como Un espíritu burlón, de Noel Coward.

"Siempre que he trabajado contigo me has puesto en un aprieto, es muy difícil trabajar contigo y que no borres el protagonismo de los demás", ha bromeado su compañero de profesión Manuel Alexandre, con el que ha compartido títulos como El bosque animado o La duquesa roja. "Os quiero a todos, no puedo decir nada más por la emoción", ha expresado entre lágrimas la actriz en este homenaje a su trayectoria, que su hijo Tony ha definido como "incomparable, irrepetible, inimitable e inmejorable" y que la artista ha llevado con "sencillez, sinceridad y humildad".

María Isbert y su hijo, Tony, durante la ceremonia
María Isbert y su hijo, Tony, durante la ceremoniaEFE
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