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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

La luz que vuelve a brillar

Tras superar el cáncer, Luz Casal vuelve en directo en el mismo escenario desde donde lo dejó

Labios de rojo intenso, mirada brillante, pelo corto y con un elegante frac. Así apareció ayer Luz Casal sobre el escenario del Teatro Castelar de Elda (Alicante). Pero no pudo ponerse a cantar enseguida. Las 700 personas que llenaron el concierto la recibieron en pie y con una emotiva ovación de dos minutos. Hace justo un año esas mismas butacas se quedaron vacías. Aquel concierto del 27 de enero nunca se celebró. Ese día la cantante gallega (asturiana de adopción) acababa de salir del quirófano de una clínica de Madrid para reducir una cáncer de mama que la ha mantenido fuera de los escenarios, que no de la música. Aquel fue el primer concierto que tuvo que suspender obligada por la maldita enfermedad. Un año después, Luz ha vuelto. Y no podía ser en otro sitio más que aquí, justo donde lo dejó.

"Empiezo un nuevo episodio de mi vida", dijo Luz emocionada, "Y hasta ahora, y gracias a vosotros, está discurriendo mucho mejor de lo que me esperaba". Siete horas antes del concierto, el actor Fernando Tejero acariciaba a su perro en el tren Madrid-Elda. "Habré visto a Luz en directo unas 60 veces. Es un portento. Una mujer impresionante y no podía perderme este concierto tan especial por nada del mundo", confesó con acento andaluz. "Todavía conservo una foto que me hice con ella en un concierto que hizo en mi ciudad, Córdoba. Yo tenía como13 años y ella acaba de sacar su primer disco [Luz, en 1982]", recordaba el actor que ha mantenido la relación con la cantante durante la su enfermedad, a través de mensajes de móvil. "El último concierto suyo al que asistí fue en Barcelona. Yo ya era actor. Estaba en las primeras filas y ella casi para una canción para saludarme. Fue muy especial para mí".

Emocionado, Tejero miraba ayer también desde las primeras filas a una Luz pletórica. Si en la primera parte acústica su personal voz imprimió de melancolía al concierto (Piensa en mí fue unos de los momentos más emocionantes), en la segunda mitad, ya eléctrica, fue de una intensidad mágica. El momento divertido lo protagonizó ella misma cuando olvidó el comienzo de una canción y, entre risas, pidió la ayuda del público. Ya el primer tema que cantó, Sé feliz, tuvo un doble significado especial. Primero porque es el primer single de su undécimo y nuevo disco, Vida Tóxica, compuesto íntegramente en plena enfermedad y publicado hace dos meses. Y segundo porque es una continuación de la última canción que cantó en directo antes de su enfermedad, Gracias a la vida.

No había muchos nervios en el camerino, cinco minutos antes del concierto. Luz, de 49 años, apoyada en una mesa charlaba con su banda. "No estoy más nerviosa que otras veces", decía. "Claro que es un concierto especial. Teníamos que tocar en Elda por una cuestión de respeto y educación. Y aunque sea una ciudad pequeña, para mí esta noche es como si fuese una gran capital". Los días que la cantante ha pasado en Tailandia junto a su amigo el cantautor Jackson Brownie le han servido para descansar "y dormir mucho". Ha vuelto con fuerzas renovadas para empezar una nueva gira que le llevará hasta el mes de mayo por buena parte de España. Elda la despidió ayer a Luz igual que ha había recibido, puesto en pie y entre emocionados aplausos. Ella respondió con una emocionante Lo eres todo que puso fin a un retorno duro pero mágico.

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