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Reportaje:FESTIVAL DE CANNES

Scorsese, el cineasta capaz de ver algo bueno en cualquier película

El director estadounidense presenta en Cannes la Fundación del Cine Mundial

Tiene 64 años, una filmografía brillante como pocas, un proyecto para salvar el patrimonio fílmico y, desde hace tres meses, un Oscar. Pero Martin Scorsese tiene también un don: el de ser capaz de encontrar algo que valga la pena en cualquier película. "Es como la pintura: cualquier cuadro tiene algo interesante. Y también cualquier película tiene algo, un plano, una actuación, la iluminación... un momento que es capaz de despertar en tu mente la idea de que vale la pena. Sólo hay que tener paciencia", explica el cineasta neoyorquino en un salón del hotel Carlton, en Cannes.

El problema para dedicarse a esa búsqueda del factor que vale la pena es que "es una cuestión de tiempo. Cuando eres joven, estás dispuesto a verlo todo, pero cuando eres mayor, no tienes tiempo", agrega enarcando sus pobladas cejas.

Su amor por el cine le ha llevado a regresar al Festival de Cannes para presentar su proyecto de Fundación del Cine Mundial treinta años después de llevarse la Palma de Oro por Taxi Driver (1976).

Y es que a Scorsese, que este jueves dictó en el Palacio de Festivales una lección de cine ante un abarrotado auditorio en el que figuraban colegas como Quentin Tarantino y Claude Lanzmann, tiene un problema: "No me gusta viajar, se me hace muy duro".

La Fundación Mundial del Cine, un proyecto en el que colaboran con él cineastas como los mexicanos Guillermo del Toro y Alejandro González Iñárritu y el brasileño Walter Salles, está destinada a salvaguardar el patrimonio fílmico de la destrucción originada por el deterioro o pérdida de los negativos. Varios resultados de ese trabajo han podido verse en esta edición del 60 Festival de Cannes, como "Límite", un film del brasileño Mario Peixoto que ha sido restaurado y que presentó Salles esta semana.

"Conozco a Walter desde hace años. Luego conocí a Del Toro e Iñárritu, mantuvimos contacto y a veces hemos pasado muy buenos ratos juntos, nos gusta charlar y reírnos y nos gusta el mismo tipo de cine", indica. Su relación con el cine mexicano no acaba ahí, pues también cita entre sus preferencias las películas protagonizadas por estrellas como Pedro Armendáriz y María Félix "En México hacían buenas películas en los años 50, es un cine muy importante", subraya.

Las películas de esos años en muchos países de todo el mundo, incluido EE UU, son precisamente las más amenazadas por el mal estado de sus negativos originales. En esa época no había otro medio de conservación que almacenar los rollos de celuloide, y "algunos estudios se desprendían de las copias porque ocupaban mucho espacio", indica con dolor.

"Cuando veo casos así, pienso que es una desgracia. Cuando comenzó el vídeo, algunos estudios se dieron cuenta de que era un medio de ganar dinero con películas antiguas restaurándolas y reeditándolas, pero fue insuficiente", se lamenta Scorsese, quien cree vital impulsar los archivos fílmicos.

Los estudios "no se dan cuenta de que los filmes no son suyos, pertenecen al mundo, ellos son meros custodios", subraya. La labor de la Fundación del Cine Mundial también plantea el problema de que le obliga a sacar tiempo para dedicarse a ella. "Hay directores que me animan a trabajar más a fondo en la Fundación, y aunque puedo sentirme arrebatado por esta idea, a mí todavía me gusta hacer películas", recalca.

Entre ellas figura un futuro filme de ficción con su último actor fetiche, Leonardo di Caprio, basado en el presidente estadounidense Theodore Roosevelt. También tiene en mente un proyecto para narrar la historia de Estados Unidos a través de la música popular, otra de sus pasiones, visible en títulos de su filmografía como El último vals, de 1978, y el documental No Direction Home: Bob Dylan (2005).

Precisamente, ahora está terminando otra película del estilo de The Last Waltz, su famosa filmación del concierto de despedida de The Band, pero centrada en los Rolling Stones. El filme, titulado provisionalmente Shine a Light, se basa en la última gira de la banda británica, y "está casi finalizado", pero "fue una locura, porque me impliqué mucho". "Es un film sobre música y cómo se interpreta", con el fin de hacer "un montaje de modo que quede como una coreografía que muestre cómo se mueven los músicos, y créanme, Mick Jagger, Keith Richards y Ron Wood se mueven mucho", asegura entre risas.

Martin Scorsese, hoy en Cannes
Martin Scorsese, hoy en CannesEFE
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