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Diccionario del Soltero

El humorista inglés Jeff Green nos ofrece un divertidísimo libro que retrata la ¿glamurosa? vida del soltero moderno. Si te gustó El Club de la Comedia, no te lo pierdas.

ABURRIR A TUS AMIGOS HASTA LA MUERTE

Si te han abandonado hace poco, es probable que te sientas frustrado por el poco tiempo que tus amigos te dejan quejarte de lo mal que te encuentras. Y aún peor, si llevas una temporada deprimido, tal vez te des cuenta de que tus amigos ya no te saludan con el tradicional «¿Qué tal estás?». En estos casos, lo mejor es que no te avergüences de tu radical obsesión contigo mismo y aproveches cualquier oportunidad para desviar la conversación hacia tu tema favorito. Es muy importante que hables de ello si quieres salir adelante, y, además, siempre puedes encontrar otros amigos.

CONSEJO: Intenta introducir este «caballo de Troya» en la conversación:

Más información
La muerte viene de lejos
Punto de lectura: 'La muerte viene de lejos', de José María Guelbenzu
El secreto del orfebre
La invención del Quijote
El hombre de los círculos azules
Diccionario de la pareja
Los muertos no se tocan, nene
La novela de la lluvia
Huye rápido, vete lejos
Nueve maletas

Tú: Estoy pensando en cambiar de número de teléfono.

Amigo: ¿Por qué? ¿Qué le pasa?

Tú: Que ella nunca me llama, eso le pasa.

Amigo: (Agotado.) No te ha llamado, ¿no?

Tú: Pues claro que no. ¿Sabes cuándo fue la última vez que me llamó? (Ya estás lanzado.)

O este otro:

Tú: (Inocentemente.) ¿Sabes cuánto cuesta el kilo de arenque ahumado?

Amigo: ¿El kilo de arenque ahumado? No tengo ni idea. ¿Por?

Tú: Porque estoy pensando en esconder un poco detrás del radiador del salón de su casa cuando vaya a recoger mis cosas.

Amigo: (Sintiéndose engañado y abatido.) ¿Por qué? ¿Qué ha pasado ahora?

Tú: Bueno… (Preparándote para un largo lamento.) ¿Te acuerdas de lo que me dijo la última vez que la llamé? (Y ahí vas de nuevo.)

También puedes pillar desprevenido al personal con esto:

Tú: ¡Estoy saliendo con una chica!

Amigo: (Aliviado.) ¡Qué bien! ¿Y cómo es?

Tú: No se parece en nada a ELLA. (Ya lo has conseguido otra vez, y con qué estilo.)

Agencias de contactos (véase también Anuncios personales)

Sin ninguna duda, éste es un método para encontrar pareja sumamente útil para gente muy ocupada (véase también Supermercados, Clubs de pádel, Tiendas de muñecas hinchables, etc.), pero es inevitable compararlo con ir a pescar a un acuario. Seguro que te llevas algo, aunque ¿dónde está la gracia?

Aguafiestas (véase Sujetavelas)

Alabanzas (véase también

Exceso de entusiasmo)

Si quieres tener éxito con el sexo opuesto, debes mostrarle amor, respeto y consideración, y si todo va bien, más adelante tú también lo recibirás. O, al menos, en teoría. Pero si no tienes mucho tiempo y estás buscando una forma rápida de caerle en gracia a una mujer, tal vez te sirva alguno de los siguientes atajos (aunque no me hago responsable de los golpes que puedes recibir si te pillan). Una forma rápida de triunfar consiste en introducir en la conversación frases como: «Me parece un escándalo que las compresas lleven IVA. No son un producto de lujo», o: «El otro día estuve viendo un vídeo de Sexo en Nueva York. Ésa sí que es una buena serie», y, por supuesto: «Estoy totalmente de acuerdo con lo que has dicho antes… Sí, te estaba escuchando».

Otro truco muy eficaz es el del «corte de pelo». Cada vez que quedes con una chica, pregúntale si se acaba de cortar el pelo. Nueve de cada diez veces te dirá que no, pero cuando aciertes ganarás un montón de puntos por ser tan observador.

Desgraciadamente, este truco no funciona para casos de liposucción ni aumento de pecho, ni para preguntar si realmente le han dado una paliza por robar en un supermercado, como su aspecto parece indicar.

Para las mujeres, los atajos que conducen rápidamente al afecto de un hombre son, por ejemplo: «No logro comprender cómo puedes afeitarte todos los días. Debe de ser agotador», o: «Me encanta tu coche. El (insertar aquí la marca del vehículo en cuestión) siempre ha sido uno de mis preferidos. Y lo conduces como una seda…», o: «Perdona la interrupción. ¿Qué estabas diciendo?». Por otra parte, cualquier comentario positivo sobre sus pectorales (incluso aunque parezca que está dando de mamar) o sus bíceps, o simplemente señalar que a ti te gusta ponerte en el lado del grifo cuando te metes en la bañera con alguien, os reportará bonitos dividendos más adelante.

Próxima entrega: "Diccionario de la pareja" de J. Green

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