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Mortadelo y Filemón llegan al cine de la mano de Javier Fesser

La película inspirada en los personajes de Ibáñez se estrena este viernes

El Desmoralizador de Tropas (DDT) es un aterrador invento del profesor Bacterio que ha caído en manos del presidente de Tirania, un avaricioso dictador que pretende ampliar su negocio inmobiliario convirtiendo el Palacio de Buckingham en un complejo de apartamentos. Con este delirante argumento, los más famosos agentes secretos del cómic español han llegado a la pantalla grande de la mano de Javier Fesser.

La gran aventura de Mortadelo y Filemón se estrenará el viernes en los cines de toda España y ha contado con un presupuesto de siete millones de euros, según los productores; "Una pasta gansa", según Javier Fesser, el director. Fesser explicó el reto que ha supuesto llevar al cine el universo del dibujante y humorista Francisco Ibáñez, que calificó de "juguete alucinante y complicado", y el espíritu de sus personajes.

"Ibáñez nos hizo el regalo de prestarnos sus personajes, su 13 Rúe del Percebe..." explicó el director, "y nosotros los hemos convertido en personas con emociones de verdad, con corazoncito y tripas". Los famosos agentes de la T.I.A. son para Javier Fesser, "dos imbéciles a los que admiramos mucho porque no se rinden".

Para Guillermo Fesser, coguionista de la película, ex miembro del dúo humorístico Gomaespuma y hermano del director, la película ha sido "un enorme reto, con el fracaso siempre en la chepa". Según el ex gomaespuma, a la hora de escribir el guión, los hermanos Fesser se enfrentaban a dos posibilidades: "Leerse todos los mortadelos para copiar en la pantalla las viñetas de Ibáñez, o sentarnos y decidir por qué nos gustan estos tíos y cómo son, para sacar la esencia de los personajes".

Guillermo Fesser aseguró que la película tiene mucho que ver con el anterior trabajo de su hermano, El milagro de P. Tinto. "Mortadelo y Filemón han sido traídos al mundo cinematográfico de Javier.", dijo.

La estética de este mundo cinematográfico de Javier Fesser - o "universo fesseriano", como lo denominó el actor Pepe Viyuela (Filemón)- , corre paralela a la de Marc Caro y Jean Pierre Penet, directores de Delicatessen, hasta el punto anecdótico de que ambas películas comparten al actor Dominique Pinon.

"¡Son ellos! ¡Son ellos!"

Por su parte, el humorista Francisco Ibáñez se mostró contento con la adaptación cinematográfica de su obra. "Al fin se me calmó el rabo.", dijo, "No, no va por ahí...". Ibáñez se refería al "rabo de la lagartija" que se mueve de preocupación cada vez que le piden llevar a la pantalla grande a sus personajes.

Cuando Ibáñez vio a los actores en un pantalla pequeña, el padre de Mortadelo y Filemón supo que los había encontrado. "¡Son ellos!¡Son ellos!", exclamó. El humorista supo que la película "iba a quedar bien" antes del rodaje, porque tenía constancia de que el director era un gran aficionado al cómic "y a Mortadelo y Filemón, lo cual demuestra una gran inteligencia", ironizó.

También aseguró ser uno los "primeros sorprendidos al ver cómo cada viñeta había sido corregida y aumenta por los defectos especiales" y expresó su deseo de que la película tenga una secuela. "Como en Tiburón 2 y 7, espero ver un Mortadelo y Filemón 28... 72...", apuntó.

Benito Pocino (Mortadelo), a la izquierda, y Pepe Viyuela (Filemón) , en una secuencia de <b></b><i>Mortadelo y Filemón.</i>
Benito Pocino (Mortadelo), a la izquierda, y Pepe Viyuela (Filemón) , en una secuencia de Mortadelo y Filemón.

Ibáñez y la viñeta profética del 11-S: "¡Qué quince días pasé!"

El dibujante fue preguntado por la viñeta que circuló por Internet poco después del 11-S y en la que aparecía un avión estrellado contra las Torres Gemelas. Ibáñez había hecho este dibujo mucho antes del suceso, lo que le valió un montón de mensajes de sus lectores, entre la admiración y el desconcierto.

El humorista confesó que acostumbra a "abusar" de los primeros y segundos planos de la viñetas, que llena de detalles. En esta ocasión, los agentes de la T.I.A. estaban en Nueva York y a Ibáñez se le ocurrió "pensar algo" para las Torres."No tenía mayor importancia, hasta que algún avispado lector rebuscó en los álbumes de Mortadelo y Filemón y se dio cuenta". Poco después, el dibujo circulaba por Internet.

"!Qué quince días pasé!", se lamentó Ibáñez, "Me llamaban por teléfono y me decían que si era Nostradelo o Mortadelamus; que les diera los números de la Primitiva; y hasta me preguntaban si era un terrorista".

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