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Homenaje a un cinéfilo

Este martes el mundo del cine homenajeó al fundador de la librería Ocho y medio

La librería Ocho y medio no es una tienda cualquiera. Quizás por su decoración, parece el salón de una casa cercado por grandes estanterías. O porque además de vender libros, también puedes degustar, sentado en uno de sus sofás, una cerveza o una copa de vino. Jesús Robles tampoco era un librero cualquiera. Era de esos que recuerdas con nostalgia cuando cuentas anécdotas de tu barrio. Este martes sus amigos, entre los que había mucha gente del cine, se reunieron en ese santuario del séptimo arte que es ya como su segundo hogar para darle un último adiós. Lo que más destacaron de Robles: Su pasión por el cine, su humanidad, su generosidad, su valor… Hasta su insensatez.

Pablo Berger, director de la película Blancanieves, lleva yendo a la librería desde que se mudó a Madrid, en 1999. “Para mí es la casa de unos amigos. Más que venir a buscar un libro venía a saludarles. Muchas veces, cuando me hacen entrevistas o hago reportajes, busco una excusa para pasar por la librería”. De su relación con Robles destaca la “ilusión” que supuso trabajar juntos en la maquetación de la película Torremolinos 73. “Ese momento de publicar mi primer libro con ellos fue maravilloso”.

Sobre su labor de editor, Diego Galán, crítico de cine y exdirector del festival de Cine de San Sebastián, asegura que fue un loco Dios, “una expresión que se decía en mis tiempos”. Según Galán, la editorial de guiones de cine que creó “fue un desastre, porque los guiones de cine no se leen. Pero era de una generosidad tal que a cualquier director o directora que se lo pedía le publicaba el libreto, aunque eso le costase perder un dinero que nunca iba a recuperar”. En una entrevista para El PAÍS en 2009 Robles ya reconoció: "La lectura del cine puro, como el ensayo, sigue siendo muy minoritaria, aunque es verdad que no tanto como la poesía”.

Robles arriesgaba todo lo que tenía por una pasión. No era un negocio lo que regentaba, era la defensa de una forma de vida y un compromiso con el séptimo arte, que tanto amaba. El director de cine Fernando León recuerda la edición de sus guiones Los lunes al sol o Princesas. “Se arriesgó mucho. Publicar guiones requiere de gran valor. A la librería siempre he venido a presentar los trabajos. Es un lugar muy cálido, hospitalario del que guardo muchos recuerdos”, además, reflexiona, “Es más que eso. Es un espacio de encuentro y de colaboración”. León recuerda esta anécdota: “Siempre que venía a la tienda era incapaz de irme sin cuatro libros regalados. Recuerdo que me preguntaba, cómo vas a mantener tu negocio si no dejas de regalarlos. Yo me hacía el ofendido y los dejaba, porque de lo contrario no había manera”.

La actriz Marisa Paredes lleva visitando la librería más de 15 años, hace memoria de cuando su marido Antonio Isasi-Isasmendi buscaba una editorial que publicase sus guiones. “Un día llegó a casa muy contento y dijo: ‘ya he encontrado un editor, va a ser Jesús’ y claro, yo le respondí: no podría ser otro. Nadie más se atrevía a hacer esas cosas, era muy valiente”.

Todos los que conocían la pareja formada por Jesús Robles y María Silveiro aseguran que ella era el cerebro y él la parte impulsiva, aunque al final ella siempre acabase siguiéndole. No sería sencillo entender a Robles sin escudriñar a Silveiro. La actriz María Ballesteros define la relación que une a ambas de esta manera: “María es amiga. Hay poca gente de la que puedes decir eso. Cuando llegas a la librería y te sientas con ella parece que eres su persona favorita y luego viene mucha más gente y piensas ¡Dios mío, todos son sus personas favoritas! Es una persona que escucha con atención, que da cariño… Hay algo muy cálido en ella.

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Eduardo Chapero-Jackson, director de la película Verbo, ha visto crecer la librería desde sus orígenes. “Antes de este local tenían una tienda chiquitita aquí en frente. Cuando iba al cine con mis padres me pasaba después”. De Robles destaca su intensidad y la pasión que le ponía a todo. “Era un cinéfilo compulsivo que amaba el cine más que nadie. Sin hacer películas ni estar en ningún equipo hizo mucho por el séptimo arte”. Tanto es así que a su homenaje, además de los ya nombrados, acudieron nombres conocidos como Pilar y Carlos Bardem o la exministra de Cultura Ángeles González-Sinde. Todos con palabras de cariño.

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