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Un toro de 8.500 kilómetros

Iván Fandiño llega en un intenso agosto en el que suma a 12 corridas la exigencia de los traslados de la carretera

Morante, ayer en su segundo toro en Vista Alegre.
Morante, ayer en su segundo toro en Vista Alegre.FERNANDO DOMINGO-ALDAMA

En el mundo de los toros siempre se ha hablado del toro de la carretera, porque a las corridas, los diestros tienen que sumar la exigencia de los desplazamientos en coche durante la noche para llegar a tiempo a la siguiente plaza. Se trata de un peligro añadido, de un factor más de estrés y de un cansancio extra que hace mella en quien pocas horas después tiene que jugarse la vida en la plaza.

Uno de los protagonistas de la tarde de hoy en Vista Alegre, el vizcaíno Iván Fandiño, es ahora mismo el tercer matador que más corridas ha lidiado esta temporada: un total de 40 tardes. El de Orduña ha tenido que acostumbrarse a este ritmo. Por ejemplo, en agosto ha toreado en 12 de los 21 días que iban hasta ayer de mes. Esto le ha supuesto recorrer ya cerca de 8.500 kilómetros en esos 12 días. Los últimos los habrá hecho esta noche desde Almería hasta Bilbao.

Además de torear en la plaza, un torero debe acostumbrarse al trajín que supone estar hoy en Azpeitia y mañana en Huelva, para volver de nuevo hasta Bayona, itinerario este que cubrió el de Orduña en los cuatro primeros días de agosto. Otro maratón fueron los casi 4.000 kilómetros que realizó entre el 11 y el 14, cuando encadenó Huesca, Pontevedra, la francesa Beziers y San Sebastián.

Han cambiado mucho los tiempos desde que los matadores acudían a una feria para quedarse toda una semana en la ciudad y lidiaban varias tardes. Después llegaron los cochazos americanos para cruzar la península y los tiempos de la avioneta de El Cordobés. Siempre las distancias entre las ciudades han sido un problema que resolver.

En los años ochenta llegaron las furgonetas con el nombre grabado y los cristales plagados de fotografías, vehículos acondicionados con camas en la parte trasera. Ahora, se siguen usando, pero los matadores rara vez van en ellas.

Lo normal es que el matador viaje en coche particular, con un chófer, mientras que su cuadrilla lo hace en la furgoneta que luego les llevará a la plaza. De esa forma, los maestros sacan una considerable ventaja a sus acompañantes. Son los pequeños trucos para buscar mayor descanso de cara a la corrida de la tarde.

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El Iván Fandiño que llega hoy a las Corridas Generales es un matador consolidado, lejos del joven prometedor de hace unas campañas. Se le espera con ansiedad después de la cogida que le impidió estar en Bilbao el año pasado y la actuación en la encerrona del pasado mes de junio, que no fue como se esperaba. Acabará la temporada con más de sesenta festejos con el nuevo examen de la Feria de Otoño de Madrid.

Junto al vizcaíno harán el paseíllo esta tarde, El Cid, uno de los cuatro espadas anunciado en la semana que ha abierto la puerta grande de Bilbao, y David Mora, que regresa después de su tarde del lunes. Ayer, actuó en Almería, así que el torero afincado en Borox es otro ejemplo de cómo doblar España en cuarenta y ocho horas.

La ganadería de Jandilla es otra de las esperadas del ciclo. Dentro de las de encaste Domecq se ha desmarcado de las peticiones de las figuras y es capaz de proponer mayor emoción.

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