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Un parque eólico amenaza los petroglifos y mámoas de Teo

Los aerogeneradores se ubicarán en un monte con más de 90 yacimientos

El Petro de Cornide está situado en la zona afectada por la construción del parque eólico.
El Petro de Cornide está situado en la zona afectada por la construción del parque eólico.

Donde ahora hay petroglifos, habrá nueve aerogeneradores y junto a tres marcos medievales de Alfonso VII se erguirán pistas y calzadas. El proyecto para un parque eólico en Monte Piquiño encierra las parroquias de Luou, Lampai y Rarís, en Teo, y llega hasta la de Cruces, en Padrón. Ambos ayuntamientos han puesto mala cara a la aprobación inicial del proyecto hecha pública por la Consellería de Economía, aunque por distintos motivos. La empresa encargada de explotar los terrenos es Beltaine Monte Piquiño, una sociedad energética integrada en el grupo conservero Jealsa-Rianxeira, que preside el exalcalde de Boiro, Jesús Alonso. La creación de empleo, todavía por determinar, está sujeta a los megavatios, 27, en este caso.

El espacio, hoy enredado en maleza, fue escondite de los huidos, Os Foucellas, durante la posguerra o testigo de las montas de caballos en la Edad del Bronce. Algunos historiadores se han encargado de abastecer los archivos públicos, a veces con información que esporádicamente recababan en sus paseos por el monte da Grela o Beitureira, ahora amenazados por los gigantes de hierro. El primero fue Ramón Sobrino Lorenzo-Ruza (1915-1959) quien señaló la existencia del petroglifo de Pena Bicuda en el entorno, pero también de túmulos megalíticos —existen 33 catalogados—. El hallazgo de algunos de los yacimientos más singulares de toda Galicia concede todavía más importancia arqueológica al entorno.

En la parroquia de Luou existe un grabado cuadrangular, similar al asturiano de Peña Tú. Y en 2008, José Barral, vecino de Teo, descubrió el petroglifo de Outeiro do Meau, a menos de 100 metros de un aerogenerador. Este grabado de la Edad del Bronce, que dibuja sobre la losa dos combinaciones circulares y varios cruciformes, no aparece en el informe de impacto arqueológico de la empresa Akmé, realizado en el 2011 y remitido a Patrimonio. No obstante, la corporación teense había dado parte de la existencia del yacimiento. La memoria apunta que de los 93 yacimientos encontrados ninguno está afectado por las obras del parque, aunque también indica “con toda probabilidad la existencia de áreas habitacionales que podrían aparecer en caso de que se realicen movimientos de tierra en la zona”.

Dos municipios presentan alegaciones contra la instalación

Son algunos de los motivos que alega el Ayuntamiento de Teo que acaba de presentar un informe negativo al respecto. De acuerdo con su regidor, Martiño Noriega (Encontro Irmandiño), el parque eólico irrumpe en “un entorno de interés paisajístico y riqueza arqueológica”. Los técnicos de Teo han recorrido cada palmo de monte para desmenuzar las zonas afectadas. A esta investigación se ha sumado la del catastro. En algunas ocasiones las cartas enviadas desde la Xunta no se correspondían con los propietarios de las fincas. Desde el Consistorio de Padrón, se presentará una alegación para pedir que se sitúe un cuarto molino dentro de los lindes del municipio, al margen de los tres que ya les asigna la empresa. Su teniente de alcalde, José Ramón Pardo (PP), critica que Beltaine no haya intentado contactar con los vecinos para explicarle las condiciones del contrato.

Según el Boletín Oficial de la Provincia de A Coruña correspondiente al 4 de mayo, serán expropiadas 799 fincas. El miércoles la asociación Ventonoso, ligada al sindicato Unións Agrarias, explicó, ante los vecinos de la parroquia de Lampai, en qué consiste una expropiación de este tipo. Al terminar la prédica comenzó el bullicio y a los vecinos les asaltó la duda de a qué distancia estarían los aerogeneradores. Teo los sitúa a 200 metros de la casa más próxima. Alguna aldea registrará niveles de ruido de 45 decibelios.

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La asociación ecologista Adega también se ha manifestado contra la ubicación del parque, situado sobre “teselas correspondientes a hábitats de interés europeo”. Este es uno de los requisitos para formar parte de una Red Natura, y, a su vez, estos espacios no pueden estar ocupados por parques eólicos. En el año 2003 hubo ya un intento fallido por parte de la empresa Inelga de crear una instalación en la zona. Pese a la eliminación de la prima a las renovables por parte del Gobierno central, Beltaine confía en poder continuar con el proyecto.

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